Es probable que Pedro Sánchez no tuviera muchas alternativas cuando decidió convocar nuevas elecciones. Las exigencias de Pablo Iglesias y la postura cerril de Albert Rivera no daban pie a esperar un futuro de gobierno apacible. Tampoco los líderes de Unidas Podemos, y sobre todo de Ciudadanos, imaginaban que los nuevos comicios les iban a ser adversos. El problema –y eso sí que se advirtió por activa y por pasiva- era la presencia de Vox con 24 diputados, que ya entonces parecían demasiados. Se veía venir que podían seguir una línea ascendente.

Con la ayuda inestimable del independentismo violento, sus barricadas y sus piedras contra la policía, y la actitud pasiva y ¿complaciente? del PP ante sus desvaríos, la ultraderecha de Abascal ha logrado 52 escaños y se prepara para dar, desde el Congreso y el Senado, un repaso a toda ley que obstaculice sus objetivos xenófobos, machistas y de flagrante involución. Por su lado, los radicales de la CUP llegan al Congreso, con el objetivo de convertirse en la peor pesadilla de la democracia parlamentaria.

Sin visos por ahora de que el PP se abstenga en la votación de investidura, la alternativa de sumar fuerzas progresistas o conciliar con fuerzas no independentistas, no será fácil, aunque los escuálidos escaños que ha conseguido Ciudadanos podrían sumar con un voto a favor. Ya sin Rivera, y con la inevitable autocrítica​, el partido debería darse cuenta de que la única manera de redimir su error y sacar al país de una inquietante situación de la que también ellos son responsables, por negarse a avalar a Sánchez, sería votar ahora en favor de la investidura del líder del PSOE. Vamos a ver qué deciden.

La segunda alternativa es volver a la casilla de salida. Llegar a un acuerdo con Unidas Podemos, con el PNV y, acaso, con la abstención de Esquerra Republicana. Un socio no deseable, de acuerdo a lo expresado en la campaña de los socialistas, pero cualquier solución supone la renuncia de unos y otros a algunas de las aspiraciones recientes.

No olvidemos la foto de Colón: ya no está Ciudadanos, pero hay un Vox mucho más fuerte. Presidente Pedro Sánchez, dese mucha prisa, que el tiempo corre y la ultraderecha está al acecho.

Enric Sopena es Presidente Ad Meritum y fundador de ElPlural.com

@enricsopena