Feijóo volvió a perder su cuarto cara a cara con el presidente del Gobierno en el Senado. Le marcaron el terreno desde la portada de un medio conservador, le pusieron los deberes, le indicaron el tono: “Ser implacable con Sánchez”; pero, el aún líder del PP, volvió a fallar. Y la derecha mediática y económica ya está concluyendo que “Feijóo no da la talla”.

No empezaba bien el día para el PP, porque el presidente Pedro Sánchez demostró, una vez más, con realidades, que su prioridad es la clase media trabajadora de nuestro país, aprobando en Consejo de Ministros el acuerdo con las principales entidades financieras para rebajar la presión económica del pago de sus hipotecas a más de un millón de familias, una medida que se extenderá durante dos años.

A mediodía, el argumentario apocalíptico del PP volvía a hacer aguas, en este caso por un organismo económico internacional, la OCDE, que revisaba al alza la previsión de crecimiento para España en 2022, será de un 4,7%; y confirmaba que en 2023 nuestro país seguirá creciendo por encima de la media de los países de la zona euro. Pero quizás la mejor previsión es que el paro va a seguir bajando en España durante los próximos tres años.

El día en que Feijóo tenía que ser “implacable” se le había torcido y ya no podía hablar de datos económicos porque no eran negativos para España, como a él le hubiera gustado. Llegaron las cuatro de la tarde, comenzaba el Pleno del Senado, y cometió un nuevo error, se puso a leer su intervención, leía y leía de forma atropellada, incluso lo hizo durante la réplica. ¿Es que alguien que aspira a ser presidente del Gobierno de España no puede estudiarse y prepararse siete minutos de intervención? Frente a él, Sánchez no utilizó ni un papel.

Su exposición consistió en un relato de catástrofes bíblicas, pero ni aún así el líder del PP consiguió poner en aprietos al presidente. Un Feijóo frío y errático, que mostraba su imagen más dura contra el gobierno, siguió fallando.

Empezó acusando al presidente de pactar con independentistas, pero éste le ha respondido con seguridad: “Gobernando el PP, aprobaron los presupuestos de Artur Mas en Cataluña. En el referéndum de 2014 no hicieron nada. En 2017, crearon una mal llamada “policía patriótica” para perseguir a sus adversarios políticos. Al PP no le interesaba resolver el problema de Cataluña, son ustedes los que confrontan territorios para arañar votos. La mayoría de españoles y catalanes quieren la Cataluña y la España de 2022, no la de 2017”. ¡Demoledor!

Luego, Feijóo pasó a hablar de igualdad, pero el presidente le respondió también contundentemente: “Sabemos el resultado de la hoja de servicio de la derecha con la mujer: votar en contra de la ley del divorcio, del aborto, de la ley de igualdad entre hombres y mujeres o de la libertad sexual. Y no sólo votaron en contra, sino también las recurrieron al Constitucional. Y les recordó que si tan preocupados están por los derechos de las mujeres ¿por qué pactan con aquellos que niegan la violencia de género y la banalizan? en alusión al pacto de gobierno con Vox en Castilla y León. Y concluyó el presidente: “Al PP no les preocupa lo más mínimo los derechos de las mujeres”.

Acabó el primer turno y comenzó la réplica, y el líder del PP cometió su enésimo error no forzado. “Los diputados y diputadas de Podemos no están, ¿le parece bien?”. Desconocía que en el Senado no hay diputados sino senadores. Pero lo peor de todo, es que desconocía que Podemos no tiene representación en el Senado. Lleva meses en el Senado, pero no conoce su lugar de trabajo, no conoce los territorios y quien le ha preparado los papeles que lee confunde Congreso con Senado y así es imposible aspirar a gobernar un país. El bochorno entre los asistentes iba en aumento, incluso los senadores del PP bajaban la mirada avergonzados.

El presidente terminó enseñándole dos portadas del periódico conservador que le puso deberes, Feijóo había sido muy previsible, y había seguido las instrucciones que le marcaban, había dicho lo que le mandaron, pero volvió a no dar la talla.

El debate del martes fue otro triunfo para el presidente Pedro Sánchez y otra oportunidad perdida para el líder de la oposición. Eran las 5 de la tarde, y Feijóo se marchó del Senado para no volver, porque él solo buscaba la foto de la confrontación, no le importan los problemas de los españoles y españolas. Como dijo Cervantes: “Fuese y no hubo nada”.

Miguel Ángel Heredia Díaz
Portavoz de Hacienda, Portavoz Adjunto de la Dirección Socialista en el Senado y Senador del PSOE por Málaga