Los pobres, el inmenso poder material de la de la Iglesia, el papel de la mujer en la institución, la homosexualidad o los nuevos modelos de matrimonio, ocupan a teólogos y no teólogos desde que el jesuita Francisco fue nombrado papa y se pronunció sobre tan controvertidos temas. Incluso la denostada Teología de la Liberación ha sido objeto de cierto reconocimiento a través de la audiencia concedida por el nuevo pontífice a su fundador, el teólogo Gustavo Gutiérrez.

¿Estrategia de lavado de imagen?
A pesar de que Francisco haya dicho de sí mismo “jamás he sido de derechas”.

A pesar de declarar que “si una persona es homosexual y tiene buena voluntad, quién soy yo para juzgarla”.

A pesar de que reivindique los derechos del individuo con frases como: “Dios nos ha hecho libres. No es posible una injerencia espiritual en la vida personal”.

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