Era, en el fondo, el mismo deseo de Julio Anguita, quien soñaba con liquidar políticamente a González.  Creyó que los múltiples problemas -algunos vergonzosos- del Gobierno socialista hundirían a González y a su Gobierno. Las encuestas indicaban que el PSOE estaba en caída libre, camino del precipicio. Anguita vio hueco y dedujo que había llegado su hora. Con un PSOE derrotado abruptamente, Izquierda Unida podría suplir –pensaba- a los socialistas. A la derecha, el PP, y a la izquierda, IU. Maravilloso paisaje. Es cierto que obtuvo unos resultados electorales excelentes. Pero González salvó bastante más que los muebles. CiU entronizó a  Aznar y en el caso de IU había más suflé que cualquier otra cosa.



Brillante idea
Ramírez invitó una noche a cenar en su casa a Aznar y a Anguita. Les trasladó su brillante idea. La de ir juntos ambos en su asalto a la Moncloa, donde seguía estando González. El mecanismo de la pinza acabó funcionando. En Asturias, el PP sacó el año 1995, en las elecciones autonómicas, 21 diputados. El PSOE logró 17 e IU, 6. Anguita dio la orden. Gaspar Llamazares –líder de IU en Asturias-, tuvo que cumplirla y la derecha se quedó con el Gobierno del Principado de Asturias. En la ciudad de Málaga sucedió una cosa parecida. La pinza contribuyó decisivamente a que Celia Villalobos fuera alcaldesa de Málaga.

Ningún caso a Cayo Lara
A Cayo Lara, actual coordinador de IU, no le han hecho ningún caso sus compañeros. Anguita, cuando vio que había fuertes tensiones internas en torno al futuro político de Extremadura –que depende de Izquierda Unida-, se sumó al carro de los que no querían echarle una mano al PSOE, porque no es de izquierdas. ¿Pero es acaso de izquierdas el PP? Los argumentos de Anguita son sofismas que se caen por su propio peso, que es más bien leve. Intimó mucho con Pedro J. Ramírez, que es modelo de incoherencia política y falta de ética. Como pescador, Anguita se hizo un lío  intentando pescar en sus dos  célebres orillas. Aunque sí le sacó partido en el río revuelto extremeño.



El perro del hortelano
De momento, Anguita ha triunfado apoyando a los rebeldes de su partido en Extremadura. Los populares deberían hacerle un homenaje por todo lo alto. Da gusto gente como Anguita que, en la carretera del poder, avanza por la izquierda para luego circular por la derecha. ¡Menuda temporada la de la izquierda española! El PSOE apenas toca pelota y tendría que reaccionar con urgencia. IU ejerce, por ahora, de perro del hortelano. Ni come ni deja comer. Y, mientras, la comilona es para la derecha, que está además poniéndose las botas y recibiendo regalos de Anguita y su alegre muchachada de demagogos.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM