¿Qué entiende Cospedal por el vocablo “concordia”? ¿Buscaba la concordia cuando arremetió contra Rubalcaba, acusándole de controlar ilícitamente las conversaciones telefónicas? ¿La buscaba cuando llegó a señalar que el Gobierno del PSOE era similar a un “Estado Policial”, echándole la culpa de tamaña falsedad a Rubalcaba? ¿Cuando Cospedal atacaba febrilmente al ahora candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, a cuenta del malvado caso Faisán, estaba también la número 2 de Mariano Rajoy instalada en la concordia?

Sin la más mínima prueba
Semejantes embustes, y otros muchos parecidos, los ha difundido Cospedal sin aportar la más mínima prueba ni a la opinión pública y menos aún a la Justicia. Denigraba, lanzaba rumores perversos y se quedaba tan tranquila. Su obsesión ha sido. y sigue siendo a raíz de sus manifestaciones vejatorias contra González y Rubalcaba, un refrán cínico: “¡Calumnia que algo queda!”. Cospedal no sólo se ha dedicado a intoxicar políticamente a una buena parte de la ciudadanía, sino que –de acuerdo con su jefe, Rajoy- ha permitido una avalancha cotidiana de ultrajes de todo género, impulsados por otros dirigentes de la derecha y, ciertamente, por parte de la Brunete Mediática en todas y cada una de sus versiones ofensivas.

Presunta modernidad
No nos venga ahora, Sra. De Cospedal, con el cuento, para usted y su partido, de la libertad de expresión. Su opción política es, de hecho, la ultramontana, o neoliberal, aunque se vista de moderna pija y confunda al personal con sus tics de presunta moderación. Su gusto al respecto quedó bien claro, cuando usted nombró –en uno de sus primeros actos presidiendo el Gobierno castellano-manchego- a Nacho Villa director general de la Radio y TV de Castilla-La Mancha.

Exquisita nitidez
Este nombramiento la refleja a usted con exquisita nitidez. La imagen de la concordia que predica Cospedal es, en efecto, Villa. Que Dios nos coja confesados, máxime si el 20-N dicta el veredicto de una España azul en prácticamente todos sus niveles: Ayuntamientos, Diputaciones, Gobiernos autonómicos, Congreso de los Diputados, Senado y Gobierno de España y un largo etcétera. Ahora sí que el Estado de Derecho podría transformarse, con los votos de mayorías más que absolutas, en un Estado Policial. ¡Ojo, que vienen, que vienen y preguntan por la concordia! ¡Menuda concordia la de Cospedal!

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM