El actual rescate financiero de España ejemplifica perfectamente esta pérdida de confianza del Gobierno de Rajoy. Su falta de credibilidad en Europa es clamorosa. Lo es aún mucho más después de la mendaz formulación pública de lo que se niegan a aceptar como intervención o rescate. Basta contrastar los subterfugios usados por el Gobierno de Rajoy, amplificados por sus incondicionales voceros mediáticos, con el reiterado uso de los términos rescate o intervención no ya por parte de la práctica totalidad de los medios de comunicación de todo el mundo sino también, y sobre todo, por las principales autoridades europeas y mundiales.

La comunicación política a veces puede aminorar las consecuencias de un error, pero en ningún caso puede ocultarlo por completo. Cuando la comunicación política se sustenta en la persistencia en la mentira, diciéndole a cada persona lo que esta desea oír, es evidente que el resultado es la desconfianza, la falta de credibilidad. El actual rescate financiero de España es la reacción europea a esta falta de credibilidad de Rajoy y su Gobierno, a esta desconfianza ante quienes han hecho de la mentira su único mensaje político. El tacticismo de vuelo gallináceo fundamentado sistemáticamente en la mentira se da de bruces con cualquier estrategia política digna de confianza. Para nuestra desgracia, hoy España es vista internacionalmente como un país sin credibilidad, sin capacidad para defender un relato propio en una situación crítica como la actual.

Empecinado en sostenerse en el poder gracias a la amplia mayoría absoluta del PP, Mariano Rajoy se empeña en seguir mintiendo. Y lo hace enrocándose en unas posiciones numantinas, sin apostar por el más amplio consenso posible, imprescindible para recuperar al menos en parte la credibilidad internacional perdida después de tantas y tantas mentiras dichas en tan pocos meses.

Jordi García-Soler es periodista y analista político