Desde Alemania se aplaude la medida y desde la City -centro financiero de Londres- se anuncia que Zapatero inaugura la era Rajoy, al proponer la reforma constitucional. Todos contentos, también Bruselas... Pero ¿alguien ha pensado en los ciudadanos? ¿Quien tranquiliza a los pobres y sufridos hombres y mujeres de a pie, a la gente, en esta época convulsa en que las bolsas nos estremecen todos los días y a todas las horas? Si no es el Ibex -Madrid a hora de España- es el indice Nikei - Tokio a hora nocturna- o el Dow Jones - Nueva York, el ultimo susto antes de ir a la cama-.

No se si esta reforma constitucional era necesaria -personalmente creo que no, pero es una pobre opinión de un periodista- lo que creo que si es imprescindible y urgente es que alguien gobierne a los mercados y no sean ellos los que nos estén condicionando a nosotros, que los políticos europeos se pongan de acuerdo de una puñetera vez y articulen medidas que den confianza a los ciudadanos europeos no a los mercados que tienen esos nombres tan raros.

Pienso que el déficit cero en la Constitución seria un corsé que nos dejaría sin aliento en los momentos difíciles: una nueva crisis económica, una catástrofe, etc. Digo yo ¿y esa medida no se podría poner en la Constitución europea ahora que hay que reformarla, como pidió Alemania?

Creo que las criticas que han surgido en el PSOE son lógicas por dos motivos: la sorpresa del anuncio y las dudas sobre eficacia de la medida -no olvidemos que en la Constitución está el servicio militar obligatorio y nadie lo hace-. Elena Valenciano ha dicho que las comprende, pero las ve inoportunas. ¿Lo es la propuesta, aquí y ahora?

Joaquin Tagar es periodista