La piadosísima Consejera del heredero/Presidente González González, mientras, se echaba unas risitas y preparaba su contrarréplica, brillante y lúcida, como es ella: las oposiciones, señoría, se aprueban estudiando y no poniéndose camisetas verdes para venir a la Asamblea de Madrid, ha dicho. Es evidente que las camisetas verdes no sirven para aprobar oposiciones, aunque sí sirven para que te echen de la Asamblea -de nuestra casa-. Lo malo es que esas oposiciones de las que habla la fervorosa Consejera tampoco se aprueban estudiando. Como sabe perfectamente la señora Figar aprobar los ejercicios de las oposiciones no garantiza obtener plaza, porque siempre hay menos plazas que aprobados. Sabe perfectamente la devota diputada que muchos, muchísimos interinos lo son pese a haber aprobado todos los ejercicios en varias convocatorias y con su reforma no les vale para nada todo ese esfuerzo y la experiencia acumulada, porque se lo jugarán todo a una carta.
Trabajo en un IES del área metropolitana de Madrid con otros setenta profesores. Algunos son interinos, aunque cada vez son menos, porque nuestra querida Consejera cada vez recorta más las plantillas mientras aumenta el número de alumnos por aula. Si no lo dicen, nadie sabría que son interinos porque su trabajo es exactamente igual de digno y profesional que el que podemos hacer todos los demás, aunque se saben particularmente maltratados por la administración. Por si no fuera suficientemente precaria su situación, ahora además saben que algunos, o todos, o los que sean, se quedarán fuera si no vuelven a aprobar en las próximas convocatorias. Que ponga velas su señoría Figar para que ni ella ni la gente a la que quiere tenga que pasar nunca por esta oportunidad de oro, como ha llamado a su reforma, no vaya a ser que a alguien le entre la risa.
Jesús Pichel es filósofo y autor del blog Una cuerda tendida