Les importa poco a los conservadores griegos “su responsabilidad histórica”. Lo que quieren de verdad es regresar al poder político cuanto antes. Tuvieron que dimitir porque se les cayó encima la crisis financiera internacional y sueñan con volver pronto a gobernar. Los resultados de las elecciones del  4 de octubre de 2009 otorgaron a los seguidores de Constantino Karamanlis el peor balance electoral desde que se implantó en Grecia  la democracia y la República.

Malestar incontenible
El malestar social es casi incontenible, las huelgas generales se multiplican y la angustia supera con creces al optimismo. Yorgos Papandreu, primer ministro del Ejecutivo socialista, también ha sufrido los azotes inmisericordes de la crisis. Ha superado recientemente, no obstante, las tensiones internas de su partido. En todo caso, la avalancha de medidas de enorme dureza, impuestas desde la UE, entre otras instancias transnacionales, únicamente parece que puedan aguantarse si los derechistas griegos hacen piña con el PASOK. Que no la harán.

Agua de borrajas
La exhortación de Merkel se ha quedado, pues, en agua de borrajas. La derecha griega se asemeja, desde luego, a la española. El PP no ha hecho un solo gesto de cerrar filas con el Gobierno del PSOE a pesar de que, en varias ocasiones, España ha rozado el naufragio. Karamanlis recuerda con facilidad, a Mariano Rajoy, también incapaz de arrimar el hombro para contribuir a que los españoles salgamos de la crisis de la mejor manera posible.

El interés general
Rajoy se ha ganado a pulso –por su pasividad y su pasotismo- perder en los próximos comicios. Ha rechazado “asumir su responsabilidad histórica”. No quiere ni la “responsabilidad histórica”  ni la “responsabilidad presente”. Él elude, siempre que puede, su responsabilidad en cualquier frente. No ha habido, en estos años aciagos, por parte del PP, ni un  momento en el que su líder, Rajoy, se dirigiera a la ciudadanía española para ofrecer su respaldo al Gobierno. El interés general está por encima de los intereses particulares. Pero la dimensión de Rajoy, como estadista u hombre de Estado, ha sido del todo inexistente. Como está ocurriendo ahora mismo en Grecia con Karamanlis. Ambos son dos irresponsables.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM