Este es un año especial porque la Feria cumple, nada más y nada menos, cuarenta años. Por eso, Francisco García Prieto, el presidente de la Federación de Entidades Andaluzas de Cataluña (FECAC), se había empeñado que la Feria del 2011 fuera una Feria especial. Ya el año pasado inauguró la Feria un grupo que en una suerte de flamenco fusión baila sardanas con los acordes de las castañuelas. Un ejemplo de lo que es el punto de encuentro de la cultura plural catalana. Sin embargo, este año quería dar un paso más.
Los Minyons de Terrassa han alzado orgullosos un castell de siete pisos mientras se encendían las luces de la Feria

El presidente de la FECAC apuntó, en primer lugar, a recuperar las raíces del cante y el baile andaluz reduciendo la presencia de entidades sudamericanas que se desviaban de la reivindicación de un modelo cultural, de las raíces de miles y miles de ciudadanos catalanes que miran a su pasado o a sus antepasados. En segundo lugar, la FECAC apostó por hacer un homenaje al flamenco, considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, pero también a los CASTELLS, las tradicionales y espectaculares torres humanas que conforman lo más granado de la cultura catalana, también consideradas patrimonio de todos por la UNESCO. De esta guisa, el “encendío” de este año, cuando se da el disparo de salida a la fiesta, ha contado con la presencia de una colla castellera, los Minyons de Terrassa, que han alzado orgullosos un castell de siete pisos mientras se encendían las luces de la Feria.

Los que suman se han impuesto a los que dividen


La mescolanza, el punto de encuentro de unos y otros, la realidad plural catalana se hizo realidad la noche del viernes. La Feria, una vez más, se convirtió en una Feria de todos los que quieren disfrutar de la diversión, del arte y del baile sea cual sea su origen. Los que suman se han impuesto a los que dividen, a los que de forma sectaria ven la Feria de Abril de Cataluña como una cosa ajena, cuando en realidad la Feria es cosa de todos, una fiesta nacional de Cataluña más. La inclusión ha ganado la partida.

Francisco García Prieto ha conseguido la cuadratura del círculo a pesar de las críticas, de las acusaciones y de los sainetes que se le lanzan desde algunos púlpitos políticos del nacionalismo más excluyente. El tiempo le ha dado la razón por su tesón y por tener la mano tendida a todas las expresiones culturales del país para estrechar lazos no para romperlos. Ni más ni menos, lo que desean, lo que viven y lo que sienten la mayoría de ciudadanos y ciudadanas de Cataluña

Toni Bolaño es periodista y analista político