El origen de la dimisión reside en el ninguneo al que le sometió el Gobierno al suprimir el pasado mes de diciembre la cuota obligatoria que pagan las empresas a las cámaras, lo que representa una disminución del 60 por ciento en los ingresos de estas.

Gómez Navarro no fue consultado y ni siquiera informado por la ministra del ramo, Elena Salgado, amiga suya desde los tiempos en que compartieron estudios en la Facultad de Económicas.

La vicepresidenta económica tampoco le ha recibido cuando el presidente del Consejo Superior de Cámaras ha intentado entrevistarse con ella para buscar formulas que paliaran la difícil situación en que se encuentran estas entidades.

La explicación de esta actitud es que la decisión procedía directamente de José Luis Rodríguez Zapatero, ante lo que nada podía hacer Salgado quien tuvo que limitarse a dar la callada por respuesta.

Semejantes menosprecios generaron críticas y presiones de los directivos camerales para que su jefe abandonara la poltrona.

Hay que tener en cuenta que aunque el presidente del Consejo se nombra por elección entre las 88 entidades que lo integran la costumbre es elegir a una persona próxima al gobierno de turno.

Por este mecanismo Javier Gómez Navarro, de comunión socialista sucedió a José Manuel Norniella que lo era del Partido Popular.

Javier Gómez-Navarro había tenido notables desencuentros con el presidente del Gobierno con quien no compartía química a pesar de los buenos oficios del amigo común de ambos Javier de Paz.

Además, el dimisionario que suele expresarse con notable libertad, se había permitido formular críticas contra la política económica del Gobierno que disgustaron a su presidente.

Ante estas circunstancia, los dirigentes de las cámaras entendieron que no tenía sentido mantenerle en un puesto en el que las relaciones con el Ejecutivo son muy importantes.

Por otro lado el propio Javier Gómez Navarro que une a su cargo en el Consejo por el que no cobra un euro, el de presidente de Aldeasa, la empresa de comercio aeroportuario, no estaba dispuesto a encontrarse en un sandwich entre un Gobierno que le ningunea y la presión de unos funcionarios a los que tenía que someter a una fuerte reducción de puestos de trabajo.

Las elecciones para sucederle tendrán lugar el próximo 3 de mayo. Entre los posibles sucesores se encuentran los presidentes de las cámaras de Barcelona, Zaragoza y Navarra.

José García Abad es periodista, escritor, director de El Siglo y analista político