Ahí iban, desfilando por donde más apropiadamente les corresponde, la azotea del Club Financiero Génova, junto a la plaza de Colón, a doscientos metros de su sede. En lo más alto. Justo debajo de la boina. En concreto, la boina de contaminación que cubría el cielo de Madrid. La que impedía que la vista del “sky line” madrileño fuera perfecta.

Mariano es magnánimo y perdona… aunque no olvide
No imaginen, les contamos: en la cara de todos se nota la felicidad. Incluso, o quizás aún más, en aquellos que han entrado en la lista porque Mariano, que es magnánimo y centrista, ha aflojado la mano y ha perdonado y ha dejado hueco para todos. Así es que ahí están, con sonrisa de oreja a oreja, ese Gabi Elorriaga, ese Ignacio Astarloa, ese Carlos Aragonés…, los que le hicieron, o quisieron hacerle, “la cama” al líder en 2008. Y también está Cayetana (Álvarez de Toledo), musa de tantos, vestida de rojo para la ocasión y a la que se le fue la mano “esperanzista”, pero que ha sido perdonada.

Alberto (Ruiz Gallardón) y su boina
Y entre ellos, caminando dos metros sobre el suelo, él, el regidor que ya es casi ministro: Alberto (Ruiz Gallardón). Sólo una palabra le define: exultante. Ha sido uno de los primeros en llegar, y, ya decimos, le transpira el poder, de los que más felicitaciones recibe. “¡Qué magnífica vista!”, dice el alcalde de lo que se ve, aunque no puede evitar la basurita en el ojo, y tiene que reconocer que “lástima que haya tanta contaminación”, aunque también encuentra la causa, y ni él ni su gestión son: “es que lleva 45 días sin llover”. Y así, claro.

Rajoy y las mujeres
La conversación no es que decaiga, pero los minutos van pasando y el grupo no acaba de formarse para la foto, porque no llega él. Pero justo el minuto antes de que la cosa se ponga incómoda ahí se ve aparecer a Mariano, escoltado por su número dos y su número 3 por Madrid: Soraya, con su bebé a cassette, y Ana Mato. El líder y las mujeres –“las mujeres siempre me han ayudado mucho” le oyen decir quienes le frecuentan-.

Una de mosqueo para el alcalde
Rajoy empieza a saludar a los candidatos, mientras Gallardón espera su turno con las manos cruzadas a la espalda. El alcalde de Madrid sonríe, pero se le ve nervioso. Se acerca Mariano y él prepara el primer tiempo de saludo. Pero… se apresura demasiado. Cuando parece que Rajoy va a darle la mano, se entretiene un par de segundos con otro de los candidatos y provoca que a Gallardón se le vaya la mano derecha, que tenía en la espalda, demasiado pronto. Marcha atrás y una sonrisa nerviosa. Hasta que por fin sí, el presidente le toma del hombro y le da “esos cinco”. El alcalde Sonríe mucho más si cabe todavía. Así es que, ya estamos todos… ¡a la foto!

La lideresa se hace de notar
Pero no. Alguien se da cuenta ¡No está ella! ¡No está Espe! La “lideresa” llega tarde, de hecho llega la última. Con un elegante vestido de chaqueta de color claro, y con un broche rojo con lunares negros en forma de mariquita gigante, llega corriendo y besa a Mariano Rajoy, y a Ruiz Gallardón, y a Soraya Sáenz de Santamaría y a Ana Mato y a todo el que se le cruza en la carrera para ponerse en la primera fila. ¡La foto, la foto! , dice alguien, y los periodistas, por si un aquel, se suman al coro. Así es que ahí están, franqueando a Rajoy Ana Mato y Soraya Sáenz de Santamaría. Y Sorayita que se mueve y hace hueco a Esperanza, que se acomoda a su lado. Pero entonces… ¡Ay entonces la propia Esperanza se da cuenta!, aquellos son los suyos, los de Madrid, pero ésta no es su foto.

“A mí no me toca”
“¡Huy! ¡Pero si a mí no me toca estar en esta foto!” se la oye exclamar. Y con una de esas sonrisas suyas, de chulapa madrileña, de mujer del pueblo, se aparta, porque esa es la foto de los otros, los que se van al Congreso. Y sí, entre ellos está Alberto, su amigo el alcalde. Pero ella no tiene allí hueco, allí no es sino telonera. O si se prefiere, “madre superiora”, pero sin voz ni voto en aquel convento. Eso sí, no se va Espe en silencio ni cuando ella misma se borra: “Tengo el inmenso honor de dejaros con el número uno de la lista por Madrid, Mariano Rajoy”, dice, e incluso a lo mejor olvida los tiempos pasados, cuando apoyada en los medios y algunos de los que sí están en la foto, intentó moverle la silla al ‘numero uno por Madrid’.