Si se observa bien la trayectoria del sujeto se puede concluir que allá por donde anidó crecen los cardos. Berlusconi es el paradigma de todo eso. Con todos los corolarios de Britaores, corruptos del mundo mundial que hasta amañaban carreras deportivas. Pero Murdoch, es su jefe director, el que le paga, el que asistió al bodorrio de El Escorial junto con su china indecente, el que se ha convertido precisamente en el mayor enemigo mundial de la libertad de prensa y al mismo tiempo en el símbolo de la corrupción a todos los niveles.
Resulta curioso , aunque no sorprendente, que todo el mundo que pasó por El Escorial ha terminado o terminará malamente. La lista es ya interminable...
De Villalonga a Blesa, pasando por Don Vito
¿Cómo puede un ser humano permanecer limpio, si a su alrededor todo hiede y además es el epicentro de la porquería? De Aznar se han olvidado muchas cosas, pero la historia se las recordará de forma severa. El puso a Juan Villalonga al frente de Telefónica, donde se perpetró el mayor latrocinio legal de la historia empresarial española. Fue Aznar el que colocó a Miguel Blesa al frente de Caja Madrid y ahora se está viendo los desfalcos increíbles que ‘caracera’ perpetró durante casi dieciséis años en esa entidad pública.
Lo que tendría que desmentir el diminuto conducator es que no sacó tajada de esas inmensas y sospechosas irregularidades. Por ahora, está cagadito con Gurtel, cuya instrucción no ha terminado todavía. Y aunque no le empuren legalmente, todo el mundo sabe que fue a su alrededor donde se levantó ese monumento al trinque y a la obscenidad más obscena. ¡Si hasta su hermana Elvira aparece en los legajos!
Afición por los medios
Desde siempre este Aznar oscuro, rampante, acomplejado y soberbio, buscó la complejidad de los medios , pero siempre dominándolos. Sus ocho años de poder en TVE y RNE son un monumento a todo lo contrario de la profesionalidad, la limpieza, el talento y la objetividad. Laminó en los medios que controló cualquier atisbo de discrepancia e incluso cualquier actitud de objetividad silente.
Pero lo que realmente le retrata son sus intragables peroratas acerca de la verdad en la prensa. Llevo tiempo afirmando que el sujeto en cuestión no está en sus cabales. Para muestra, un botón. En los mismos días en que su jefe Murdoch era revolcado y pateado en los Comunes por toda la clase política británica, su empleado español se acercaba hasta la Escuela de Verano de la Universidad Católica de Ávila -¿acaso podría ser en otro lugar?- para afirmar cosas tan prodigiosas como esta: "Es necesario que los medios de información se atengan a los hechos...respeten la verdad...y hacer de ella el punto de partida para la búsqueda de nuestro bien común..."
Me entra la risa. Me parto. El edecán del mayor embustero del mundo dando lecciones acerca de la verdad periodística.¡ Qué farsa! ¡!Qué enorme fantoche!
Sus chicos, colocados
Y todo ello mientras se produce una ofensiva general de sus sirvientes mediáticos para colocarse convenientemente -la pasta, sobre todo-en los medios públicos del poder popular.
Da la mismo que se discursee en contra de la titularidad pública de los medios. Si existen, pues a controlarlos y aprovecharse de ello que el ‘dinerete’, aunque sucio por público nunca se le hace ascos.
Esos chicos, perfectamente descriptibles, son los que matan en defensa de su jefe y tratan de ahogar a cualquier mensaje incómodo, entre los que me encuentro, naturalmente.
Son tan malos técnicamente, tan faltos de credibilidad, tan obscenos que nos ofrecen desde su carencias de todo tipo, la posibilidad de sobrevivir.
Ojo, porque a Berlusconi le quedan dos telediarios, le espera la cárcel de Regina Coeli; Murdoch es ya un cadáver mediático y Correa se apresta a salir de la cárcel...Y lo que es peor para sus intereses: Rajoy está a tiro de piedra de la Moncloa...
Camps puede cantar
No se engañen, Francisco Camps está liquidado políticamente. Es un cadáver a la espera de entierro oficial cuando sea condenado por los trajes. Y cuando esté en esa situación, ¿se atreverá a decir, por ejemplo, quién fue la persona que le ordenó acoger a El Bigotes en su predio levantino?
¡No me extraña que estén de los nervios!
Graciano Palomo es periodista y escritor, director de FUNDALIA y editor de IBERCAMPUS
