La comunidad educativa de Andalucía está cada día más cansada de los continuos y permanentes ataques de Moreno Bonilla a la educación pública. Y se ha plantado. La Marea Verde ha vuelto a salir masivamente a las calles en Sevilla y próximamente lo hará también en otras provincias andaluzas. Además, los docentes interinos han convocado una huelga indefinida hasta final del curso escolar para que la Junta de Andalucía deje de jugar con su futuro y el de sus familias.

¿Por qué cada día hay más dinero para la educación concertada en Andalucía y menos para la educación pública? No es de recibo. Es una indecencia de Moreno Bonilla que Andalucía esté a la cola de España en inversión en educación pública, mientras en este curso se han aumentado los recursos para la educación concertada en 72 millones, con una inversión total que supera, por primera vez, los 1.000 millones de euros.

Sr. Moreno Bonilla, sabemos que no le importa la educación pública, pero hacer uso político de niños y niñas para hacerse una foto, como hizo recientemente en un colegio de Jaén, eso es de otro nivel. El AMPA del centro ha denunciado que se usó la imagen de alumnos y alumnas sin autorización, con fines políticos. ¿Tiene algo que decir?

Este ejemplo es muy gráfico, porque la gestión de Moreno Bonilla tras seis años en el gobierno andaluz se reduce a buscar fotos y a gastar cantidades indecentes en publicidad y propaganda. Muchas fotos, pero ni una buena acción para lo público.

Tanto es así, que continúa su batalla contra la educación pública, cerrando aulas y centros educativos completos. Hay colegios que se caen a pedazos. Centros en condiciones absolutamente lamentables: goteras, baños en mal estado, mobiliario deteriorado y todo tipo de carencias. Una situación que no parece preocupar en absoluto al presidente andaluz del PP, ni, al parecer, a quienes lo siguen votando.

Una educación pública con más barracones que nunca. ¿Dónde quedó aquel compromiso de Moreno Bonilla de que acabar con ellos? Solo mentiras y más mentiras. Con miles de clases que superan la ratio. Y bochornosas declaraciones de su gobierno hacia los alumnos con necesidades educativas especiales. Esta es su gestión: una verdadera vergüenza.

Es intolerable el deterioro progresivo de la educación andaluza. Solo en infantil y primaria se han recortado 2.400 líneas durante el mandato en Moreno Bonilla y el próximo curso 2025-2026 se eliminarán otras 525 aulas públicas más. Mientras, la enseñanza concertada continúa su avance, manteniendo e incluso aumentando sus aulas, también en Bachillerato, según el sindicato USTEA.

Los datos de los recortes para el próximo año son: En Huelva se suprimen un total de 56 aulas; en Almería 30; en Córdoba 35; en Cadiz 17 y 163 en Sevilla. En Granada, entre decenas de aulas perdidas en al capital se pierde una línea en el colegio Jardín de la Reina y también el IES Mariana de Pineda pierde dos líneas en la ESO. En la provincia de Jaén, se pierden líneas en centros educativos de la capital y también en Linares, Torreperogil, Torredonjimeno y Úbeda. En Málaga las localidades más afectadas por los recortes son Nerja y Torremolinos.

Este año, en los presupuestos de la Junta, el PP ha dado un tijeretazo que supone casi 400 docentes menos en la escuela pública. En cuanto a la Formación Profesional, desde que Moreno Bonilla gobierna, ha entregado su gestión a empresas privadas, reduciendo de forma alarmante la oferta pública.

El servicio de comedores escolares está prácticamente externalizado: otro ejemplo de un modelo que favorece a grandes empresas. Se incrementa el precio de los menús para las familias, pero cada día los niños y niñas comen peor y en menor cantidad en ellos.

Y, por cierto, hablando de comedores: en Andalucía hay más de 250.000 niños y niñas en situación de pobreza que no reciben becas de comedor. Según “Save the Children”, solo el 11,2% del alumnado -148.429 escolares- recibe ayudas al comedor, muy lejos del 28,5% del alumnado que viven en situación de pobreza (409.364 menores).

Otro asunto es el incumplimiento de la Ley de Bioclimatización, aprobada en 2020. Alumnado y profesorado se asan en verano: pierden la concentración, sufren golpes de calor en patios sin toldos ni árboles -que, por cierto, sí se instalan para los turistas-. En invierno, enferman de frío, llevan mantas y guantes en clase, lo que dificulta tomar a puntos. No tienen pabellones adecuados para hacer deporte si llueve. Todo esto es consecuencia de la infrafinanciación de escuela pública andaluza. Desde Docentes Unidos Andalucía, se preguntan: ¿por qué el dinero público no se destina exclusivamente a centros cien por cien públicos, mientras buena parte va a centros de gestión privada?

La comunidad educativa no aguanta más el machaque permanente de Moreno Bonilla. Por eso, la Marea Verde ha plantado cara en Sevilla contra la “privatización” de la educación pública, con una movilización celebrada la pasada semana en protesta por la supresión de líneas y la falta de recursos. El 17 de mayo volverán a manifestarse en defensa de una mejor atención a la Diversidad, en Málaga y Sevilla; y el 31, en Cádiz.

Por otra parte, los docentes interinos han anunciado una huelga indefinida en Andalucía desde el próximo 14 de mayo, que se prolongará hasta el final del curso. El sindicato Docentes por la Pública reclama la aprobación urgente de un plan de estabilidad para el profesorado interino, la creación de plazas reales, la cobertura inmediata de bajas en todos los niveles educativos, la reducción de ratios y la mejora de las condiciones estructurales en las aulas.

Esta convocatoria responde, entre otros motivos, a las resoluciones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que exige la estabilización del profesorado interino con más de tres años de servicio. ¿Por qué Moreno Bonilla no cumple la normativa europea? No es posible hablar de calidad educativa sin estabilidad laboral.

¿Hasta cuándo los andaluces y andaluzas vamos a mirar para otro lado mientras Moreno Bonilla destroza la educación pública? ¿Cuándo alzaremos la voz para decir basta? Al presidente andaluz le importa más subirse su sueldo dos veces en un año que la educación de nuestros hijos e hijas. Y eso no es tolerable ni se puede consentir.

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