El otro, que nos introdujo en esta perversa crisis a través de la gran burbuja insostenible, la del ladrillo, que esquilmó costas y todo tipo de tierras, destrozando el medio ambiente a cambio del enorme enriquecimiento de unos cuantos, Aznar de las Azores, lo puso a dedo como delfín sucesorio e incompetente, porque en su narcisismo ególatra no podía soportar a nadie que pudiera hacerle sombra en caso de llegar al poder.

Ya había dado muestras Rajoy de su ineptitud en las distintas ocupaciones que tuvo bajo el ordeno y mando de Aznar; la última es la conocida como "los hilillos de plastilina".

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