Está vinculada al Partido Popular desde su creación, en 1989, con Aznar en La Moncloa. Afirman los estatutos del citado laboratorio que su “vocación es nutrir el pensamiento y la acción política del centro liberal y reformista”.

El conservadurismo
Todo indica, pues, que FAES es un instrumento fundamentalmente político. Se podrá estar de acuerdo o no respecto a si  la nutrición de FAES genera un partido de “centro liberal y reformista” o más bien un partido de derecha extrema. Cada cual por supuesto puede -desde dentro del PP- optar por la vía centrista con múltiples dificultades o por la vía de derecha dura. Pero lo que nadie puede negar es que FAES es sinónimo de política orientada hacia el conservadurismo.

Ni aceptable, ni coherente
La politización, desde luego, es la característica más sobresaliente  de FAES, lo cual es tan legítimo como indiscutible en una democracia. Pero lo que ya no resulta aceptable, ni coherente, es que Mariano Rajoy haya anunciado –nada más llegar al Gobierno- que pretendía despolitizar a los jueces y, además, que trataría de recortar poder del Parlamento para otorgárselo a los jueces.

Aquellos cursos de FAES
Ciertos jueces, entre ellos algunos de los que se cargaron a Baltasar Garzón, han sido asiduos a cursos de FAES al menos durante los años 2005, 2006 y 2007. En aquel tiempo, esos jueces coincidieron a veces en tales eventos con un fiscal llamado Eduardo Torres-Dulce, que ha sido recientemente nombrado fiscal general del Estado.

Aznar y Acebes
Como indicábamos en nuestra edición de ayer, otra Fundación similar, Wolters Kluwer, presidida por José María Michavila -que fue ministro de Justicia en la última etapa de Aznar-, ha venido también acogiendo en determinadas acciones docentes a jueces y fiscales. Otro político de fuste en la etapa de Aznar, ministro del Interior en el 11-M, Ángel Acebes, es asimismo muy próximo a esta otra Fundación.

Supuesta independencia
Los populares han cuidado exquisitamente a los jueces más cercanos a sus postulados. Ahora, Rajoy, junto a Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia, procura ir más lejos todavía intentando que los jueces derechistas –cuya politización es obvia, aunque ellos se vanaglorien de su supuesta independencia- salgan fortalecidos y se vayan multiplicando más y más.

Salvo excepciones
Cuantos más jueces escorados hacia la derecha haya, mejor, más seguros, podrán estar los dirigentes del PP. De momento, y gracias a deshabilitar a Garzón, como así hicieron los jueces de la sala segunda del Supremo, los presuntos corruptos de la trama Gürtel y de la financiación del PP valenciano, entre otros, duermen, al parecer, más tranquilos.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM