Con la Semana Santa casi a la vuelta de la esquina, Cospedal se nos ha vuelto –como dice nuestro apreciado corresponsal en Toledo, Carlos Iserte- una especie de “catequista de la Semana Santa”. Los que gobiernan, recuerda la número dos del PP, son los hermanos mayores que en ocasiones tienen que “tomar decisiones”, mientras que los cofrades han de acatar tales decisiones y llevar a cabo una “labor callada y sacrificada”.

Modelo reaccionario
He aquí, pues, el modelo político igual al de la derecha de toda la vida, según subraya Cospedal. De modo que el Gobierno es el que manda y los demás –los ciudadanos reconvertidos en súbditos o villanos, como sucedía en el Antiguo Régimen- han de apoyar siempre a los mandatarios. Así de sencillo es el modelo. Así de autoritario es. Y así de reaccionario es.

La hormiga reina
En una próxima oportunidad, Cospedal tal vez nos ensalzará la organización social de las hormigas. Son un matriarcado con castas varias y seis mil especies distintas. Quien las dirige es la hormiga reina de cada hormiguero. Las más numerosas son las hormigas obreras o soldados. Su tarea –arriesgada y silenciosa- consiste en agrandar, mantener y defender el hormiguero, recoger comida y alimentar y cuidar a la reina y a las crías.

La revolución desde arriba
Tanto Antonio Cánovas del Castillo como Antonio Maura, dos iconos de los conservadores españoles, pretendieron impulsar durante la restauración la “revolución desde arriba”. Fracasaron ambos en su empeño. Las revoluciones no se hacen en base a la teoría esotérica de Cospedal, sobre los hermanos mayores de las hermandades o sobre la praxis de la reina de los hormigueros. Las revoluciones se han hecho siempre al revés. De abajo arriba.

Sin pudor
El PP va paulatinamente enseñando sin pudor sus vergüenzas. El sermoncito de Cospedal acerca de las hermandades procesionales de la Semana Santa fue infumable, de ocurrencia estólida y además propio de una cháchara de comadres. También resultó llamativo su mitin religioso, señalando su “cariño sincero” por la Semana Santa, lo que padeció Jesucristo y la conveniencia de “revivir su amor y entrega a nosotros y su resurrección, que es la primicia que tendremos después todos nosotros”.

El retorno al nacionalcatolicismo
¿Qué menos, no, Sra, Cospedal, que agradecer a Rouco Varela su drástica censura del documento suscrito por la Juventud Obrera Cristiana y la Hermandad de Acción Católica, muy sólidamente crítico contra la reforma laboral? “Yo le hablo de la Semana Santa con clave especialmente católica y usted, como arzobispo de Madrid, nos echa una mano sobre la reforma laboral”. ¡Cosas veredes en este tiempo de retorno al nacionalcatolicismo.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM