Estamos viviendo un momento de la Historia en el que nadie quiere hablar de guerras. Posiblemento porque ya no va a haber guerras como las que ha vivido la Humanidad el siglo XX. Ahora hay conflictos de más alta o más baja intensidad, pero no hay guerras.

Podemos añadir a ese hecho la circunstancia de que las situaciones de conflicto tienen las fronteras difuminadas entre la acción ordenada y la acción desordenada y terrorista. ¿Un terrorista es un delincuente o un soldado? Pues depende de cada caso, de las circunstancias y -como se dice en Alicia en el país de las maravillas- depende de quién mande.

Años y años de trabajo y pacto para ir creando una especie de Derecho de Guerra se han dejado a un lado por la razón de que no hay guerras; sólo hay crímenes.

El adversario es simplemente un delincuente y la aplicación de alguna Justicia, muy complicado. Otra vez Talión y Lynch vuelven a la escena con el aplauso de masas que no soportan la insidia del terrorismo y que consideran que vale todo para terminar con él. En el ataque contra la casa de Bin Laden, los marinos tenían más ánimo de sheriff que de soldado.

Pero eso está pasando en todos los países, no sólo en los EEUU. También los soldados españoles en Afganistán tienen que pensar cada mañana que su misión no es guerrera y que el enemigo es más delincuente que adversario. Y eso es difícil de ajustar tras muchísimos años de tener muy claras las labores de un militar, perfectamente deslindadas de las de un policía.

Seguro que poco a poco irá generándose doctrina, fabricándose armamento y creándose opinión entre los ciudadanos que haga más cómodo encajar los nuevos conflictos armados. Incluso estoy seguro de que se irán aceptando nuevas normas legales o éticas para estas confrontaciones. Pero ahora estamos en un momento de cambio que irrita a unos porque se ponen frenos y a otros porque se sobreactúa.

Fijaros simplemente en cómo, poco a poco, va entrando en el léxico diario la palabra Seguridad y va retirándose la palabra Defensa. En la palabra Defensa el imaginario sólo ve a militares; en la palabra Seguridad ve a soldados, a policías y hasta bomberos.

Estoy seguro que la Humanidad sabrá encontrar también respuestas en y desde el Derecho para que Talión y Lynch vuelvan a ser olvidados.

Luis Solana es militante socialista y promotor de Nuevas Tecnologías
www.luissolana.com