Andalucía tiene más del 10% de su población en lista de espera sanitaria. Son datos de un reciente informe del Ministerio de Sanidad. La sanidad andaluza está viviendo su peor momento por la desastrosa gestión de Moreno Bonilla.

Según los últimos datos, hay 843.945 pacientes andaluces pendientes de una cita con el especialista, de ellos 122.959 están a la espera para una intervención quirúrgica. Estamos ante la mayor cifra de pacientes de la historia esperando para poder operarse.

Y, es aún peor el caso de las mujeres. Una andaluza debe esperar más de un año para que le reduzcan un pecho, una media de 502 días, y para una operación ginecológica una andaluza debe aguardar 158 días. Tres de cada 10 mujeres tardan más de 6 meses en operarse, siendo la proporción más elevada de toda España.

Casos y más casos, el otro día un hijo denunciaba en redes que la sanidad andaluza había tardado 8 meses en diagnosticar a su padre de cáncer. Un cáncer que era curable, y lo metieron en lista de espera de 4 meses para quirófano.

O el caso de un paciente que le habían dado cita para la primera consulta de Cirugía Vascular en el Hospital de Jaén para dentro de 16 meses. ¿Este es el “milagro” del que habla el Sr. Moreno Bonilla?

Andalucía tiene la peor estadística de todo el país. A la tardanza en la Atención Primaria, más de siete días de promedio, se añaden la de pruebas diagnósticas, que son más de 20 días para citas de laboratorio y varios meses para ecografías, más la demora para la primera consulta del especialista, la nueva demora para las pruebas diagnósticas, la tardanza para la nueva cita con el especialista para conocer los resultados y el retraso en la lista de espera quirúrgica. Al final la espera interminable supera el año y en demasiados casos alcanza los dos años. Algo absolutamente intolerable.

La desesperación de los pacientes aumenta y Moreno Bonilla no hace nada. Bueno, sí ha hecho, ha echado a la calle a 8.000 sanitarios y otros muchos más siguen sin saber qué será de su futuro. Las vacaciones están próximas y nadie sabe si va a haber profesionales suficientes para cubrirlas. Además, muchos sanitarios se empiezan a marchar, porque ante la incertidumbre de sus contratos en Andalucía, en Barcelona, por ejemplo, les ofrecen contratos de al menos un año.

El sistema sanitario andaluz sigue privatizándose. Moreno Bonilla ha aumentado las listas de espera para favorecer la sanidad privada. Ha convertido la sanidad en el negocio de unos pocos. Los seguros de sanidad privada en Andalucía han pasado del 16 al 20%. Alcanzando los 1,7 millones de personas. Han aumentado casi 100.000 en un año.

El modelo de Moreno Bonilla es que quien pueda pagarse la visita a una consulta privada o la suscripción de un seguro privado, lo haga. Y quien no tenga dinero para pagarlo, queden condenados a sufrir este sistema sanitario injusto.

Es la lenta, pero inexorable destrucción del sistema público sanitario con el que tanto sueña la derecha. El objetivo es deteriorar el servicio, las infraestructuras y el personal para cambiar la opinión pública de la ciudadanía sobre la defensa de la sanidad pública, y así estimular las empresas de sanidad privada de sus correligionarios.

Lo que ha hecho el presidente andaluz con nuestra sanidad pública es imperdonable. Ha multiplicado por cuatro su gasto en publicidad, pero todos estos millones de euros en propaganda no podrán ocultar su desastre sanitario. Moreno Bonilla ha destrozado a conciencia la sanidad pública andaluza. Andalucía no merece un presidente así.

Miguel Ángel Heredia Díaz
Portavoz de Hacienda y Senador del PSOE por Málaga