Moderación frente a polarización. Esas parecen ser las dos palabras clave que definirían las estrategias contrapuestas del Partido Popular y Vox en la campaña electoral de los comicios andaluces del 19 de junio.

Los candidatos de ambos partidos, Juan Manuel Moreno y Macarena Olona, se saludaron ayer en el real de la Feria de Sevilla. Fue un encuentro correcto: ni demasiado frío ni demasiado cordial. Al fin y al cabo ambos políticos son conscientes de estar disputándose una misma franja de votantes.

El presidente de la Junta de Andalucía se mostró confiado en "conseguir una mayoría fuerte, segura, constructiva, serena; estoy cada vez más convencido de que la inmensa mayoría de los andaluces no quieren polarizaciones, radicalidad, no quieren posiciones muy extremas".

La candidata ultraderechista, por su parte, abundó en el perfil populista que Vox comparte con otras fuerzas de la ultraderecha europea. Macarena Olona dijo que había acudido a “disfrutar de la feria del pueblo” y reprochó a Moreno que hubiera esta presente en la recepción de la caseta de UGT Andalucía.

La diputada de Vox por Granada afeó a Moreno “estar en las casetas de los mayores traidores de la clase obrera" y "haber paseado del brazo de la ministra comunista", en referencia a la vicepresidenta segunda del Gobierno Yolanda Díaz.

Las encuestas no acaban de ponerse de acuerdo sobre lo que sucederá el próximo 19 de junio, aunque las encargadas por varios medios conservadores auguran un triunfo arrollador del PP, al que atribuyen más de 50 diputados, a solo un puñado de los 55 en que está situada la mayoría absoluta. En ese escenario, Moreno podría gobernar en solitario, como su compañera Isabel Díaz Ayuso en Madrid.

La mayoría de sondeos, en cambio, le otorgan a Vox un papel mucho más determinante en la próxima legislatura tras obtener en torno al 20 por ciento de los votos. El de Electomanía publicado hoy por El Plural da casi un empate entre socialistas y populares, aunque con estos por delante, y le otorga a Vox 26 diputados y el 20,9 por ciento de los votos. El PP obtendría 38 escaños, el PSOE 34, Por Andalucía 6, Cs 3 y Adelante Andalucía 2.

Los populares apelarán seguramente durante la campaña al voto útil, apostando por un Gobierno fuerte y en solitario que no dependa de “la radicalidad”, que fue la palabra utilizada ayer por Moreno para referirse a Vox sin citarlo. No parece, en todo caso, que el PP vaya apostar por una campaña explícitamente anti Vox: más bien intentará atraerse a los simpatizantes menos montaraces del partido de Santiago Abascal.

A Vox, por el contrario, se le adivinan claramente sus intenciones de hacer una campaña bronca, deslenguada si es preciso. Es lo que espera su público. Aun así, Olona deberá medir sus andanadas antiautonomistas ya que Andalucía no es Castilla y León, donde el sentimiento autonomista es mucho menor que en Andalucía.