Don Ernest Maragall i Mira ha dado el paso. Lo ha hecho después de tener claro que no repetiría como diputado. Mientras, mostraba sus discrepancias en público –amplificadas convenientemente por los medios nacionalistas de nuevo y viejo cuño- presentándose como víctima del aparato socialista. Nunca se quejó cuando él fue aparato, y lo fue durante toda su vida de la mano de su hermano, Pasqual Maragall. Dijo sentirse amenazado en su libertad por la actual dirección del partido. No hizo lo mismo, cuando él, Don Ernest, consejero de Educación impuso la disciplina a los diputados socialistas que estaban perplejos ante el proyecto que hacía de la segregación de sexos un ejemplo a seguir en Cataluña.

Don Ernest Maragall i Mira llevaba meses intentando dar cuerpo a su traición. Se recorría la geografía catalana intentando convencer a militantes socialistas. Con escaso éxito, hay que decirlo. Elplural.com explicó esta estrategia hace unos meses. El implicado lo negó todo. Fue una más de sus mentiras.

Ahora, Don Ernest Maragall i Mira ha dado el paso. Ha puesto en marcha un nuevo partido que hará su asamblea constituyente en el mes de diciembre. Dice que es para no interferir en las elecciones, pero lo más seguro es que no se presenta porque ahora es necesario aunar fuerzas. Al lado de CiU, claro. Ni tan siquiera le ha seguido en su aventura el todavía conseller Ferran Mascarell, el primer traidor que se pasó a CiU con armas y bagajes. Más bien misérrimos, por cierto. Mascarell espera la oferta de Mas para formar parte de las listas de CiU como independiente. Luego, ya se verá pero, de momento, no se acerca a Don Ernest Maragall.

Es curioso pero los tránsfugas en Cataluña acaban todos en el mismo sitio. Primero fueron líderes del PSUC que acabaron en CDC. Luego del CDS. También acabaron en CDC. Más tarde los líderes del Partit per la Independència, Àngel Colom i Pilar Rahola. Colom es miembro de la ejecutiva del partido de Artur Mas y Rahola llama “Artur” en público al president y se presenta como su musa. Rompieron el partido, ERC, pero Rahola no dejó ni su escaño en el Congreso ni su acta de concejal por Barcelona. Los ciudadanos los dejaron en su sitio. O sea fuera del Congreso y del ayuntamiento. Colom fue aconsejado por alguien del gobierno catalán, no sabemos quién pero las especulaciones no tienen límite, para que recurriera al mecenas del Palau, Félix Millet, para cancelar sus deudas.

Recibió el dinero y parece que pagó
Joan Carretero fue líder de ERC hasta que lideró la escisión de Reagrupament. Tuvo más apoyo mediático que ciudadano pero hizo estallar la crisis en los republicanos. Ahora ya no tiene más aspiraciones que votar CiU en las próximas elecciones. Hace apenas un año dijo que “los independentistas que votaban CiU era idiotas”.

Don Ernest Maragall i Mira ha puesto su traición en marcha. No sabemos si acabará como todos los traidores cerca de Convergencia Democrática de Cataluña. Entonces sabremos si como los otros ha cobrado sus 30 monedas. El primer favor a CiU ya se lo ha hecho. El partido no tendrá cuerpo hasta después de las elecciones. Pero antes del 25-N sabremos lo que hará Don Ernest Maragall i Mira ante las urnas. No duden que anunciará su voto a Convergència i Unió. Su hermano Pasqual Maragall ya lo hizo. Hacer un partido vale mucho dinero y CiU necesita todo el que tiene para sus necesidades y para hacer frente a sus numerosos frentes judiciales. El desfalco del Palau de la Música, entre ellos. Don Ernest Maragall i Mira debería saber que hasta ahora, Cataluña no ha pagado nunca a traidores.