El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas ha dicho que bajan todas las partidas menos tres: las de los intereses de la deuda, las de las pensiones y las de becas, pero no es exactamente así. Las becas y ayudas destinadas a los estudiantes bajan un 3,8%, o sea, que el año que viene va a haber 47,88 millones de euros menos (aunque en el cómputo global, que incluye compensaciones a las Universidades sí aumentará en 23 millones el total). O sea, que sí sube la partida, pero bajan las becas. Si se toman la molestia de consultar las páginas del Ministerio verán que es así.

Lo más llamativo, sin embargo, no es lo de las becas, que ya es, sino lo que se refiere a la Educación Compensatoria, que pasa de casi 170 millones a un poco más de 53, o sea, que pierde un ¡¡¡¡68,6%!!!!

Quizá algunos no sepan qué es la Educación Compensatoria. El propio Ministerio lo explica: El programa de Educación Compensatoria está destinado a garantizar el acceso, la permanencia y la promoción en el sistema educativo del alumnado en situación de desventaja social, procedente de minorías étnicas, de colectivos de inmigrantes, así como de familias con graves dificultades socioeconómicas. De igual forma, con este programa se atiende al alumnado que debe permanecer largos periodos de hospitalización o convalecencia (sic).

Ya ven, tanto llenarse la boca con el altísimo índice de abandono escolar temprano, tanto llevarse las manos a la cabeza por el fracaso escolar, tanto y tanto prometer excelencia para que al final se queden sin las ayudas adecuadas quienes más riesgo tienen de abandonar el sistema. Dice el PP buscar la excelencia en la educación, pero parece que solo para los de siempre.

Jesús Pichel es filósofo