En el librito escrito por él –año 1960- sobre el tal Maurras, personaje políticamente abyecto, se presenta el autor del modo siguiente: “Luis María Anson, que es la primera pluma de la nueva generación de ensayistas españoles, está preparando un extenso libro sobre “Acción Francesa”.

A la luz de la doctrina católica
Y se añadía: “El pensamiento de Maurras inspiró, en gran parte, el fecundo movimiento contrarrevolucionario “Acción Española”, que combatió doctrinalmente a la República y justificó a la luz de la doctrina católica la libertad contra el poder ilegítimamente constituido. Fruto de la labor de “Acción Española” y del resto de las fuerzas nacionales fue el alzamiento militar de 1936, que barrió el desastre republicano de España”.

La primera pluma
En efecto, “la primera pluma de la nueva generación” era un ardoroso reaccionario, entusiasta del golpe de Estado militar que nos llevó a una guerra civil ominosa y a una dictadura que duró cuarenta años. Anson admiraba a Maurras: “En la guerra española, Maurras se colocó, naturalmente, de parte de las fuerzas nacionales y en contra de los republicamos y los comunistas” Más tarde, “apoyó al mariscal Petain”. Según dejó escrito, Maurras era, “posiblemente, la cabeza mejor organizada de Europa”.

Falsedades
Este periodista –maestro de periodistas, le dicen los de su corte- se dedica siempre a esparcir falsedades, como las que publicó ayer en El Mundo: “Lo que está ocurriendo en el caso Bolinaga clama al cielo. Es la prórroga del proceso de rendición abierto por Zapatero, la quiebra de la dignidad nacional en la lucha contra ETA” Y enarbola además su discurso panfletario: “Un sector cualificado de las bases del PP se está removiendo. Las blandenguerías tienen su límite y también las indignidades. El Estado de Derecho no puede depender de los oportunismos pacíficos”.

¿Ciertas tarifas de antaño?
Anson, fervoroso palmero de un fascista como Maurras, se permite dar clases de democracia y de Estado de Derecho. Su capacidad para la mentira es inmensa. Zapatero no se rindió a ETA, sino que derrotó a ETA. Y no quebró con ello la dignidad nacional. Hablando de dignidad, ¿habrá que recordarle al maestro ciertas tarifas de antaño?

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM