Miles de camellos salvajes están siendo sacrificados a tiros desde helicópteros en Australia debido a la sequía que vive el país. Esta especie no encuentra agua que beber en el desierto y, según dirigentes aborígenes de las Tierras Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (APY), una zona del gobierno local en el extremo noroeste de Australia del Sur que ha ordenado esta operación que se calcula que acabará con 10.000 camellos y durará cinco días (comenzó el pasado 9 de enero), la desesperación de los animales representa un peligro para las comunidades.

Así, se espera que las manadas de camellos se alejen de los acuíferos de los que dependen diferentes comunidades. “Esta es la primera gran matanza en esta región”, ha explicado a la agencia DPA el gerente general de APY, Richard King. Los encargados de los disparos serán cazadores profesionales. En Australia, según informa DPA, los camellos no son nativos, por lo que no tienen ningún depredador natural, y según los cálculos de expertos en fauna silvestre, hay hasta 600.000 camellos salvajes en el país. “La sequía y el aumento de las temperaturas han hecho que los camellos entren en las aldeas y rompan las cercas, derriben los tanques de agua y destruyan los almacenes de alimentos en la región, donde el agua es extremadamente valiosa”, ha detallado King.