Probablemente sea nuestra meta más importante, y seguramente por ello sea tan difícil de alcanzar. Filósofos, libros de autoayuda, marcas de publicidad vendiéndonos El Dorado… Todos uniendo sus fuerzas para conseguir ser felices. Y en España, sin éxito.

O al menos eso indica el Informe Ipsos Global Advisor on Global Happiness 2019, que se ha elaborado a partir de encuestas en 28 países e indica que sólo el 46 por ciento de la población española es feliz. Así, seríamos los más tristes de Europa, donde lideran el ranking Francia y Gran Bretaña. Y seríamos los penúltimos del mundo en alegría de vivir sólo por delante de Argentina. Australianos y canadienses estarían en la cúspide de la alegría, el 86 por ciento de sus ciudadanos aseguran que son felices. A continuación China (83%) y Estados Unidos (79%),

¿Y qué nos hace felices? También esa pregunta se realizó en la encuesta, y la salud, los hijos y las relaciones sentimentales se manifestaron como las principales preocupaciones a la hora de computar el nivel de felicidad. También valoramos sentirnos seguros personalmente y constatar que su vida tiene sentido. Entre aquello que más nos perturba figuran las cuestiones políticas, el tiempo libre, las causas solidarias, la inversión de tiempo en redes sociales y la necesidad de emigrar.