En 1994, José Ángel Mañas quedaba finalista del Premio Nadal con una novela con ecos de la Generación X: Historias del Kronen, una ruptura con el estilo ‘posibilista’ de los autores españoles de los 80 que inspiraría a una nueva generación de escritores que, con su actitud punk, harían que, por una vez, la literatura liderara las tendencias culturales de moda. El pasado mes de junio, Mañas ganó otro premio, el Ateneo de Sevilla, con la continuación de aquella primera trama: La última juerga. Durante este confinamiento, el artista se ha sumado a la campaña del Ayuntamiento de Madrid, #CulturaEnCasa, recitando su obra en redes.
¿Cómo lleva el confinamiento? Con resignación. Como todo el mundo. Y con mucho interés intelectual. Nunca antes se había dado una circunstancia así y resulta horrible y fascinante al mismo tiempo.
¿Qué hábitos conserva de los que tenías, y cuáles nuevos ha adquirido? Quienes trabajamos en casa, lo que nos hemos encontrado es trabajando pero más acompañados, nada más. Mismos hábitos, salvo las salidas restringidas, claro.
¿Se pasa el día en pijama? No. Hago una hora de bicicleta estática (lo que antes era la vuelta a la perra), me ducho y me visto.
¿Cuántos rollos de papel higiénico tiene en casa? Muy pocos. No entendí muy bien ese asunto.
Recomiéndenos un libro, una peli y una canción para pasar este mal trago. La primera semana vi la serie de Yo, Claudio y estoy leyendo las novelas de Robert Graves. También he empezado a ver los cortos de Hitchcock presenta.... El hombre del sur es una maravilla. El remake del 85 también está bien.
Una cosa que haya aprendido de todo esto… A ponerme una mascarilla.
Y una cosa que haya desaprendido… Tampoco.
¿Cómo saldrá la Cultura de esta? Mal parada. Y las librerías, peor.