El ser humano. Ese animal que hace mucho tiempo se adueño de este planeta. Esa especie inteligente que, por ello, es capaz de lo mejor y de lo peor de acabar con los elefantes en una zona de África y ayudar a su expansión en otra. Y así todo.

Elefantes de un parque a otro

Y claro, cuando se acaba con los elefantes en una zona y en otra empiezan a ser demasiados, solo hay una solución llevarles de un lugar a otro. Eso es lo que está haciendo ahora la ONG conservacionista African Parks en Malawi. La organización se está encargando de llevar nada menos que 500 elefantes desde los parques nacionales de Liwonde y Majete a la Reserva Nkhotakota, en el norte del país. Pero llevar elefantes de un lugar a otro no es precisamente como pastorear ovejas. Los enormes mastodontes de varias toneladas no obedecen precisamente las indicaciones. Así que el proceso está siendo más radical. Familia a familia, los activistas están durmiendo a cada ejemplar. Y después se transportan a su nuevo hogar.

Un peligro para el entorno

No es la primera vez que la organización acomete un proceso de este tipo. En 2003 comenzaron a trabajar en el parque de Liwonde. Entonces la población de paquidermos habían descendido por debajo de los 400 ejemplares. Hoy, hay más de 800 elefantes en la zona. De ahí que algunas de las familias se “exporten” a otras zonas. Sobre todo porque la superpoblación estaba empezando a amenazar los alrededores de la reserva. Los animales salían de los límites y estaban comenzado a dañar cosechas, destrozar viviendas e incluso matar a alguno de los habitantes de los pueblos cercanos. Ahora la solución es ir uno por uno, dispararles dardos tranquilizadores y cargarlos varios cientos de kilómetros. Las familias se transportan y liberan juntas. Y cabe pensar que después de unos minutos de aturdimiento por las drogas y la nueva ubicación, andarán felices en su nuevo y amplio hogar.