Aunque parezca una cosa muy moderna, como de los años sesenta o así, el asunto de las drogas entre los humanos es, al parecer, tan viejo como la propia humanidad. Ya sabemos que, en la América precolombina, la hoja de coca era una planta sagrada. Ahora sabemos que la marihuana se consumía bastante antes del Verano del Amor.

En concreto, hace nada menos que 2.500 años. Es lo que afirman haber encontrado un grupo de arqueólogos en una excavación en un antiguo cementerio situado en la frontera entre China y Tajikistán. En sus trabajo de desentierro, hallaron el primer precedente conocido de una pipa de marihuana. 

Se trata de una estructura de madera que en su interior alberga varias piedras. Los investigadores ha detectado trazas de THC entre las piedras. Según parece, las piedras se calentaban al rojo, se echaba sobre ellas cogollos de marihuana y los felices antepasados aspiraban los efluvios


Rito funerario

Los científicos afirman que esta práctica no tenía fines recreativos, como en la actualidad, sino que se trata de un rito funerario zoroástrico practicado cerca del siglo V antes de Cristo. En recintos cerrados, se colocaban estos dispositivos. Se seguía el ritual de encendido y toda la estancia quedaba cubierta del humo. Los practicante lo aspiraban y la droga les ayudaba a entrar en el trance religioso previo al entierro. 

Los científicos se ha apresurado a asegurar que los colocones en aquella época poco tenían que ver con los actuales. Las variedades que hoy existen en el “mercado” han sido modificadas mediante injertos y selección artificial para aumentar su potencia. Pero aquella marihuana salvaje tenía un grado de THC mucho más bajo que la actual. 

No es el primer uso descubierto de esta planta. Ya se sabía que el cáñamo había sido utilizado al menos desde hace 3.500 años como materia prima para la fabricación de cuerdas, vertido y calzado. Pero sí es la primera prueba documentada de un uso mucho más relacionado con nuestra idea de la marihuana.