Lo que está ocurriendo con la marihuana nos da una escala del problema al que nos enfrentamos. Cómo conseguir que los cultivos sean sostenibles y al mismo tiempo, podamos surtir a la población según sus necesidades. En este caso, sus necesidades de colocarse.

Como 1.200 km en coche

Porque ahora que los mercados de marihuana comienzan a legalizarse y liberalizarse, ha surgido una cuestión que hasta ahora no había estado en la agenda: cómo los cultivos de esta planta suponen una seria agresión al medio ambiente. Como especifica este artículo de Xataka, cosechar medio kilo de marihuana equivale a las emisiones que realizaría un vehículo después de recorrer 1.200 kilómetros.

Y eso es porque no queda otra que cultivar marihuana allí donde es legal y para ello hay que recrear unas condiciones específicas de insolación, agua y humedad. Solo las célebres lámparas empleadas en los cultivos de interior consumen 80 veces más energía que un LED. Y por otro lado están los ventiladores que constantemente renuevan el ambiente.

4% del consumo eléctrico

Así, los expertos han calculado que en el estado de California, nada menos que el 3% del consumo eléctrico se va en este tipo de cultivos. Una cifra incluso mayor en Denver, la ciudad de Colorado pionera en este campo, que llega al 4%.

Las soluciones pasan por una nueva cobertura legal que permita otro tipo de cultivos, sobre todo al aire libre y en suelo firme, de modo que las exigencias energéticas sean menos, sobre todo ahora que se espera que las nuevas regulaciones han abierto la puerta a la explotación comercial del producto.