Seguimos entre sorprendidos y asustados con las historias que vamos conociendo de robots, algoritmos, Inteligencia Artificial y esos temas. Aunque esta puede sacarnos una sonrisa. Antes de pararnos a pensarlo bien y que se nos congele en la cara.

El robot tímido

El caso es que un grupo de ingenieros diseñó un robot un tanto peculiar. Su objetivo era huir de la presencia humana. Salir corriendo a toda prisa cada vez que detectaba un humano. Más que un humano, cualquier artilugio fabricado por el hombre. Era una especie de robot Adán. 

El grupo de ingenieros aunque sea complicado de relacionar, había diseñado este robot como parte de una performance artística. En un mundo en el que las máquinas, se supone, nos hacen cada vez más sociales, ellos querían diseñar la primera máquina huraña. Y lo consiguieron. 

ShyBot lo llamaron: El robot tímido. Y una vez bautizado lo soltaron en el desierto de Coachella Valley. Y el robot cobró vida. Lógicamente salió huyendo. Escapó rápidamente de cualquier presencia humana. Los creadores no estaban preocupados. El robot iba equipado con un sistema GPS para poder geolocalizarlo. Y así fue durante los primeros días. 

La huída

De pronto una buena mañana, el sistema GPS de Shybot había sido desconectado. Los ingenieros no saben si ha sido el propio algoritmo. Pero más les sorprendió todavía que el robot huyera también de los drones que salieron en su búsqueda.  No en vano, sus creadores pusieron una recompensa de 1.000 dólares por su cabeza

Finalnente, un joven que conducía su jeep por el desierto localizó a Shyboot con la batería agonizante. Pero antes de eso, el robot había pasado un mes corriendo libre huyendo de los humanos.