Como se ha dicho muchas veces, conocemos más del Universo que de las profundidades marinas. La dificultad de acceder a ese mundo oscuro, frío y cerrado hace imposible las investigaciones exhaustivas. Así, cuando a veces accedemos a él nos muestra los bizarros monstruos que lo habitan. La cuenta de Instagram de Roman Fedortsov es la última ventana que se nos ha abierto.

Monstruos enredados

Fedortsov es una especie de Ismael. Un marino pesquero con una activa vida interior. Va embarcando de pesquero en pesquero y pasa largas temporadas en alta mar. Ahora ha pasado a la fama 2.0 al mostrar en su Instagram las extrañas especies de peces capturadas entre las redes junto a calamares o lubinas. Su cuenta es un auténtico freakshow del mundo marino. Especies de peces en las que los ojos y los dientes son tan grandes como todo el cuerpo. Animales que solo hemos visto en aguerridos reportajes de National Geographic. O que nos aseguran que existen, pero solo conocemos por ilustraciones.

Fantasmas y cíclopes

Quimeras, tiburones fantasma, fletanes como cíclopes, de ojos a la deriva por sus cabezas. Arañas del tamaño de una mano. Otros más conocidos, como meros de boca infinita. O cabrachos erizados de espinas. Peces globo, voladores, extrañas lombrices del tamaño de serpientes, sin ojos ni boca. Calamares tan grandes como una persona o criaturas que parecen diseñadas por especialistas de efectos especiales hollywoodienses. Además de estas fantásticas criaturas surgidas de las aguas del mar de Barents, Fedortsov también muestra algunas estampas marinas. Como el intenso bamboleo del enorme pesquero a merced de las olas. La entrada raudales de agua marina en la cubierta que eventualmente arrastra a un compañero. O las máquinas interiores encargadas de despedazar el pescado de uso comercial para ser congelado al instante. El interés de su cuenta ha ido creciendo con rapidez. En la actualidad tiene más de 150.000 seguidores. Personas fascinadas por los hallazgos de este marino que encuentra entre las redes de su pesquero criaturas que, como él mismo dice, parafraseando a Goya, “parecen monstruos producidos por el sueño de la razón”.