Es increíble que con lo que nos gustan las teorías conspiranoicas, no haya una sobre el cambio climático. Sí, están esas que lo niegan y las que lo atribuyen a marcianas razones. Pero nos referimos a una que diga que el cambio climático es algo orquestado por los poderosos para beneficiarse. Alguna prueba habría. 

7.000 km menos

Una de las principales navieras del mundo, Maersk, va a probar una ruta marítima para transporte de mercancías por el Océano Ártico. Una ruta que ya ha sido explorada con éxito por otro tipo de cargueros y que es posible por una única razón: el deshielo provocado por el cambio climático. 

Es un win-win absoluto para las grandes corporaciones. Hay que tener en cuenta que estamos hablando del transporte de millones de contenedores cada año con billones de productos de miles de compañías. Todas estas mercancías se ahorrarían nada menos que 7.000 kilómetros si pueden utilizar esta ruta en lugar de tener que, como hasta ahora, navegar por el Canal de Suez. A parte de evitar aranceles y engorrosas esperas para cruzar.

Una ventana mayor

La clave es que este paso ártico sea navegable más tiempo. Hasta ahora solo puede ser transitado durante cuatro meses al año. Pero los más optimistas esperan que el calentamiento global ensanche esa ventana unos meses más. Así que la naviera va a hacer una prueba con un buque rompehielos de última generación, de 200 metros y capaz de transportar 3.600 contenedores de barco. 

El navío zarpará de Vladivostok a San Petesburgo. Una vuelta al mundo en la que se espera que cruce el Estrecho de Bering el 1 de septiembre y llegue a su destino un mes después. Durante el periplo se realizarán mediciones y análisis para certificar la seguridad del paso. Y después, si todo va bien y seguimos contaminando como parece, los grandes cargueros podrán cruzar libremente por el Ártico, lo cual será todo una ventaja.