El Ártico vuelve a dejarnos helados con otro record. Otro triste record relacionado con la pérdida de hielo. Acaba de terminar un invierno que ha hecho historia porque la superficie del hielo marino alrededor del polo Norte ocupó, en su momento álgido (el pasado 7 de marzo), 14,42 millones de kilómetros cuadrados. Lo ha confirmado el Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve de Estados Unidos (NSIDC, por las siglas en inglés), y también que esta es la menor cifra registrada en una temporada invernal desde que se tienen datos, hace 38 años. Se considera, además, que detrás de este problema está el cambio climático.

Más de un kilómetro menos de hielo

El invierno de este año supera, así, a los dos años que encabezaban la lista hasta ahora, 2015 y 2016. En concreto, la extensión máxima de hielo que ha tenido el Ártico este año es 1,22 millones de kilómetros cuadrados menos que el promedio máximo que hubo entre 1981 y 2010, que fue de 15,64 millones de kilómetros cuadrados. Además, estos datos, recogidos a partir del satélite Cryosat-2, indican que hay malas noticias también respecto al grosor medio del hielo del Ártico: en el pasado invierno, fue el más pequeño de los últimos cuatro años.

Más de lo mismo en el Polo Sur

En cuanto al Polo Sur, hay movimientos que también conducen a la preocupación. La cobertura de hielo en el océano Antártico alcanzó su mínima extensión de este verano, (ahora lo es en el Hemisferio sur) el 3 de marzo, con solo 2,11 millones de kilómetros cuadrados. Es también la más baja desde que se controla este tipo de datos con ayuda de satélites. Eso sí, respecto al hielo antártico, los expertos recuerdan que su evolución ha sido muy variable en los últimos años, y en el año 2015, el hielo marino en este océano estableció un récord en las extensiones diarias, mientras que en septiembre de 2014 alcanzó un máximo récord de invierno.