No solo es la colonia que nos echamos antes de salir de casa: el perfume también está en productos de limpieza, en el jabón de las manos, en productos químicos de uso doméstico… Y ahora, los científicos están encontrando sustancias químicas aromáticas en el hielo de lugares muy remotos.

Un grupo de científicos del Instituto de Ciencias Polares de Venecia ha buscado rastros de 17 perfumes en un núcleo de hielo del monte Elbrus en Rusia, y ha publicado los resultados de su expedición en Scientific Reports. Es el punto más alto de Europa, formado a partir de la nieve que cayó entre 1934 y 2005. Tal como señala Marco Vecchiato, autor del estudio, aunque el monte Elbrus es muy inaccesible, mucha gente vive en la región circundante.

Vecchiato y su equipo descubrieron en este hielo las tres moléculas que más se utilizan al fabricar perfumes, con un aroma afrutado o floral. Son productos químicos cuya fabricación es poco costosa, y son habituales en jabones y champús. El equipo también detectó moléculas llamadas hidrocarburos aromáticos policíclicos o PAH. Suelen provenir de la quema de madera o combustibles fósiles y de determinadas industrias.

 

Las presencia de estas moléculas, afirma el equipo investigador, refleja los altibajos de las actividades humanas cerca del monte Elbrus, posiblemente de la Unión Soviética.