Y luego dicen de la democracia. A ver, en qué otro sistema un país entero puede cambiar de parecer de la noche a la mañana. Sin emplear la violencia, queremos decir. En qué otro sistema, Estados Unidos podría pasar de ser un país negacionista con el cambio climático a aceptarlo en su mayoría.

Cámara de representantes

Es lo sucedido esta semana tras las elecciones de medio mandato o midterm como ellos lo definen. El resultado de estos comicios ha sido la vuelta de la mayoría demócrata a la Cámara de Representantes y con ello, el regreso de la mayoría de los que piensan que el cambio climático es una realidad y que hay que combatirlo.

Porque, aunque parezca increíble, hasta ahora, los creyentes, interesados o reales, en que el cambio climático es mentira, eran el grupo más numeroso en el parlamento más poderoso del planeta. Y como tal, ha legislado. 

Ingenieros y científicos

El ejemplo lo tenemos en la nueva congresista demócrata Eddie Bernice Johnson. Una destacada miembro del Comité de Ciencia, con un amplio currículum médico, Sus discursos en los últimos años se han caracterizado por la fuerte oposición a las políticas medioambientales de Trump y su defensa de la reducción de emisiones contaminantes. 

Ingenieros nucleares o marítimos son otros de los ejemplos de nuevos congresistas del país. Personas con una sólida formación científica a los que las conspiranoias y negaciones absurdas del fenómeno jamás lograrán convencer. 

Aunque en el Senado, el partido republicano ha sido el más votado, también se han producido importantes avances tras estas elecciones. Así, Jacky Rosen, antigua  programadora informática, tomará el escaño de Dean Heller, uno de los más recalcitrantes líderes de bando negacionista. 

Sin embargo, algo se mantiene en políticos de uno u otro signo. Ningún candidato ha situado la cuestión climática y medioambiental en el medio del debate o en sus alocuciones públicas.