La Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, la Carlos III de Madrid, la Universidad de Barcelona y la de Zaragoza han desarrollado un estudio sociológico de ciencia ciuadana, publicado en la revista Plos One, que concluye que las personas con más recursos contribuyen menos a las acciones contra el cambio climático.

La investigación se basó en un experimento que proponía a ciudadanos de Barcelona, en el marco del festival DAU del Instituto de Cultura de la ciudad, un dilema de riesgo colectivo, y que pasaba por aportar más o menos dinero para combatir el cambio climático según su el dinero que tuvieran. En total, participaron más de 320 personas, distribuidas en 54 grupos de 6 personas que no se conocían ni se podían relacionar entre sí. Distribuyeron 240 euros a cada grupo.

La mitad de los grupos tuvieron todos el mismo capital, 40 euros cada uno, y la otra mitad tenían una distribución desigual, desde 20 hasta 60 euros. Cada persona tenía que hacer una aportación a un bote común con el fin de alcanzar, al final de diez rondas, un bote de 120 euros dedicado a una acción contra el cambio climático: plantar árboles en Collserola, mientras que con el dinero que les quedaban obtenían unos vales de compra. Así, se perseguía poner a prueba el esfuerzo económico que está dispuesto a hacer cada uno para un beneficio colectivo, en este caso relacionado con el cambio climático. Los resultados apuntaron a que las personas más vulnerables están dispuestas a contribuir significativamente más que los que tienen más recursos, en ocasiones hasta el doble.