Puede sonar a obviedad, pero como todas las evidencias, mucho mejor cuando vienen avaladas por datos. Sabemos que la contaminación atenta directamente contra nuestras vidas, que acorta la esperanza de vivir más tiempo. Y ahora sabemos más de cómo y cuánto lo hace. 

Lo muestra un informe recientemente publicado por la Universidad de Texas. Los científicos han establecido mediante diversos análisis que el aire que respiramos nos está matando. Esto es especialmente grave en los países que se están industrializando rápidamente, como China e India

La clave son las partículas en suspensión. Los compuestos químicos que flotan en el aire que respiramos y que son causantes de todo tipo de patologías. Así, los autores afirman que estos compuestos son responsables de enfermedades en 185 países. 

En 2016, la exposición a estas partículas redujo la esperanza de vida en un año a escala global. Pero más grave fue en el caso concreto de los gigantes asiáticos. Ahí, la contaminación es responsable de que la esperanza de vida entre 1,2 y 1,9 años. 


Un año más de vida

Los investigadores han querido ir más allá y han tratado de calcular cuál sería el impacto sobre la mortandad mundial si conseguimos reducir las emisiones de partículas contaminantes. Como base han establecido los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

Según ello, esta reducción de las emisiones podría generar el aumento de la esperanza de vida en unos 0,6 años. Incluso en muchos de los países más afectados por el fenómeno, podría llegar a un año

Y es que no solo la contaminación genera multitud de enfermedades. También es un factor asociado muy importante en el agravamiento de otras patologías así de episodios potencialmente mortales como ataques de asma o accidentes cardiovasculares y pulmonares.