Hace poco os hablábamos de la parte negativa de los drones, de cómo afectan a la vida de los animales salvajes. Pero estos aparatos tienen muchos más usos, y algunos van encaminados a mejorar los hábitats de estos animales.


Tiburón de desperdicios

Es el caso del WasteShark. Lo primero que hay que decir es que no es un dron tal y como lo imaginamos. Este tiburón de desperdicios no vuela, si no que nada. O mejor dicho, flota en la superficie de los mares.

Y ahí, deambulando por los océanos, va recogiendo y, literalmente, engullendo toda la basura que encuentra. Lo de tiburón ha sido un nombre poético, pues más bien parece una enorme caja abierta que va recogiendo todo lo que encuentra. 

El aparato está diseñado por Ecocoast, una empresa que se dedica a idear y fabricar distintos elementos relacionados con la limpieza y descontaminación de líneas de costa tanto en tierra como en el mar. 


Basura y datos

WasteShark no solo recoge desperdicios como trozos de plástico o papel. También puede servir para combatir la proliferación de algas, un fenómeno bastante frecuente a causa del aumento de las temperaturas del agua. 

El dispositivo admite dos formas de controlarlo. Una manual, dirigiéndolo al lugar que se quiere limpiar, o automático, funcionando como una especie de aspiradora autónoma de esas que ahora son frecuentes en los hogares. 

Los creadores afimar que no solo es fácil de manejar, si no que también es barato y muy sencillo de mantener. Solo hay que sacarlo del agua de vez en cuando para vaciar el depósito de desechos en los que acumula sus capturas. 

Además, este peculiar dron tiburón va recolectando datos en su funcionamiento, de forma que pueden establecer aquellas zonas en las que más contaminación se acumula por efecto de las corrientes, de forma que se puede programar para que recorra esas áreas constantemente.