Los incendios del Amazonas son preocupantes en varios planos. O mejor dicho, en todos los planos. Ya sabemos que la cubierta amazónica es una de los entornos clave en la absorción de CO en la atmósfera. Pero cuando desaparece, pasto de las llamas, su efecto es el contrario.

Cuando los árboles arden liberan todo el CO que almacenan en su interior. Y más allá de la pérdida de grandes extensiones se selva, los grandes fuegos del Amazonas están expulsando enormes cantidades de dióxido de carbono. Es lo que contarán unas espectaculares y preocupantes imágenes de la NASA.

En la secuencia se puede ver cómo aparecen diferentes componentes de carbono desde los incendios. Cómo estos gases ascienden por la atmósfera hasta acumularse y expandirse a unos 5.000 metros de altura. Desde ahí se va desplazando hacia el suroeste de Brasil.

Las imágenes muestra altísimas concentraciones de dióxido y monóxido de carbono. En gran des áreas se superan las 160 partes por 1.000.000.000. Pero la propia NASA asegura que en ciertas regiones, estas medidas se pueden elevar significativamente. 

Las corrientes  atmosféricas puedes desplazar esta nube a grandes distancias. Pero más allá de las afectaciones locales de la concentración de estos gases, una vez establecidos en la atmósfera tienen un impacto radical y negativo tanto en la calidad del aire como en el efecto invernadero que desencadena el cambio climático. 

La secuencia del impacto de los incendios amazónicos en el aire ha sido posible gracias al sistema AMSU, que analiza la composición del aire en la Tierra mediante sensores infrarrojos y la captura de la radiación de microondas terrestre.