La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desmentido una teoría que se ha puesto en circulación en los últimos días, teoría que afirma que el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, no tiene origen animal sino que proviene de un laboratorio. Las primeras insinuaciones sobre esta hipótesis salieron del Instituto de Virología de la ciudad china de Wuhan, y no solo han circulado en redes sociales o prensa, sino también, en algunos países, en esferas gubernamentales, por ejemplo en Estados Unidos, donde el gobierno del país ha anunciado una investigación en torno a cómo se diseminó el virus al resto del mundo.

La OMS ha querido salir al paso de estas especulaciones. La portavoz de la organización, Fadela Chaib, indicó ayer martes 21 de abril que "toda la evidencia que tenemos sugiere que el virus tuvo un origen animal y no sufrió manipulaciones genéticas", y ha aclarado que "muchos investigadores han podido analizar las características genéticas del virus y no han encontrado indicaciones que apoyen la idea de que el virus se haya construido en un laboratorio".

Específicamente, la OMS recuerda que el huésped inicial del virus SARS-CoV-2 eran los murciélagos, y desde ellos llegaron a una especie “intermediaria” desde la que viajó al hombre. Esa especie aún no se ha identificado. Se investiga, aún sin certeza concluyente, si fue el pangolín, el único mamífero con escamas, y la mayor víctima mundial del tráfico de animales.

Y, en suma, la OMS ha advertido de que "no solo luchamos cada día contra la pandemia, sino también contra la infodemia", en referencia a las múltiples informaciones falsas que han circulado sobre el coronavirus desde el inicio de esta crisis sanitaria. “Es habitual que ante un nuevo virus las teorías conspiratorias sobre su origen se propaguen", subraya.