Un equipo de investigadores que trabaja con el ejército de Estados Unidos, y en colaboración con científicos de la Universidad Texas A&M, ha desarrollado un nuevo material casi de ciencia ficción para impulsar drones y robots.

Se trata de un material impreso en 3D que puede pasar de líquido a sólido varias veces. Según han publicado los investigadores en Advanced Functional Materials, podría usarse para vehículos aéreos sin tripulación y robots que podrían cambiar de forma cuando fuera necesario. Según el Dr. Frank Gardea, investigador principal del estudio, el material se inspiró en la capacidad de transformación del personaje T-1000 de la icónica película de ciencia ficción Terminator 2.

A medida que continúe la investigación, indican quienes la lideran, el material podría alcanzar la capacidad de reconfigurabilidad y tener inteligencia incorporada, lo que podría permitirle adaptarse a su entorno sin ningún control externo. La unión dinámica que se encuentra en este material le permite cambiar de estructura, de líquido a sólido, varias veces, lo que permite también reciclarlo. Además, los enlaces dinámicos introducen un comportamiento de memoria con el que el material se puede programar y activar para volver a una forma anterior.

En el futuro, los investigadores quieren mejorar las capacidades del material y encontrar una manera de que responda a otros estímulos más allá de la temperatura y la luz.