Investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, impulsado por “la Caixa”, han descubierto que el virus del Ébola utiliza el mismo receptor celular que el virus del Sida para invadir las células mieloides del sistema inmunitario, que se expanden hacía otros tejidos. El Ébola es una enfermedad hemorrágica grave, la cual actualmente no dispone de tratamiento y es mortal en el 50% de los casos. Este importante hallazgo científico ha sido publicado en la revista Nature Microbiology, 

El principal problema es la necesidad de actuar simultáneamente contra múltiples dianas del virus para que el tratamiento no pierda eficacia. “Una forma de evitar este escollo es diseñar una terapia contra los receptores virales de la célula, que no cambian”, explica Nuria Izquierdo-Useros, investigadora asociada de IrsiCaixa y colíder del artículo.

En este estudio, los científicos han trabajado con Virus-Like Particles (VLP) del Ébola, que son partículas virales sintéticas que imitan la estructura del virus, pero no tienen su capacidad infecciosa por lo que pueden manipularse en laboratorios de forma segura.

Finalmente, el estudio ha demostrado que los virus de la familia Filoviridae (distintas especies del Ébola), utilizan la proteína Siglec-1 para penetrar en las células mieloides del sistema inmunitario; siendo estas las encargadas de iniciar la respuesta de defensa del organismo cuando este ha sido infectado. Según Daniel Perez-Zsolt, investigador de IrsiCaixa y primer autor del trabajo, la clave de los nuevos anticuerpos es que “serían útiles independientemente de la especie del virus que surgiera”.

El próximo paso, señalan los científicos, será probar los anticuerpos con virus reales en modelos animales y en laboratorios de nivel 4 de bioseguridad, el máximo existente y necesario para trabajar con un virus de la capacidad infecciosa del Ébola. “Hay que cerrar todas las vías de entrada, y nosotros de momento ya lo hemos conseguido con una”, señala Javier Martínez-Picado, investigador ICREA en IrsiCaixa y líder del grupo que ha liderado el trabajo.

De confirmarse los resultados, los anticuerpos podrían utilizarse para prevenir o tratar la infección, en terapias combinadas con otros fármacos porque Siglec-1 no es la única ruta de entrada en las células.