Estamos cargados de bacterias. Somos zoos ambulantes de millones de microorganismos que se mueven por nuestras tripas, que nos ayudan a digerir ciertos alimentos y alguna cosa más. Aunque parece ser que también influyen en cómo nos sientan las drogas.

Es una especie de lugar común que se ha extendido incluso entre los no consumidores. La misma ingesta de drogas afectan de modo distintos a diferentes individuos. Unos experimentan más subidón. En otros se ceban los efectos secundarios. Hasta ahora se presenta que la predisposición genética era determinante. Ahora resulta que hay algo más

Ese algo más son nuestra flora intestinal. Un equipo conjunto de la universidad de Yale y de Zurich han realizado un estudio para comprobar la interacción de esas bacterias con los químicos que tomamos. En realidad han estudiado el efecto de los fármacos. Pero entre ellos, algunos considerados drogas cuando salen del ámbto medico y llegan al recreativo. 

Lo que ocurre es que parte de los fármacos, si se ingieren vía oral, no son absorbidos por nuestro cuerpo. Algo queda para nuestras alegres acompañantes. 

Bacterias medicadas

Para llegar estas conclusiones analizaron los efectos de nada menos que las interacciones de 271 fármacos. De estos, al menos 176 eran metabolizados por las bacterias. Cuando los microorganismos metabolizan la sustancia, producen otros elementos que esos sí, pasan casi directamente a nuestro organismo. 

Con esas sustancias de desecho de las bacterias las que pueden desencadenar reacciones adversas en los sujetos. Y todo está en relación con la cantidad de bacterias y su variedad, algo que cambia de persona a persona. 

Lejos de aclarar las cosas, parece que este descubrimiento lo complica todo un poco más Ahora, para dilucidad los motivos de los efectos adversos de los fármacos, hay un nuevo elemento que los medicas tendrán que analizar y evaluar.