Los animales nos asombran. Aunque siempre mantenemos esa superioridad de seres inteligentes, de pulgar oponible, de la posibilidad de crear herramientas complejas. Pues bien, resulta que los cuervos también pueden hacerlo.

Nueva Caledonia

No hablamos de coger un palito para cazar termitas o machacar nueves con piedras como hacen varias especies de primates. Estamos hablando de algo más complejo. La habilidad para combinar diferentes objetos sin relación entre sí para crear una herramienta nueva plenamente funcional.

Es esto lo que ha llamado la atención de los investigadores británicos que han analizado el comportamiento de varios ejemplares de cuervos de Nueva Caledonia. Estos animales han unido varios objetos para crear herramientas de largo alcance con la que acceder a huecos en árboles o rocas.

Solo ciertas especies de simios habían mostrado un comportamiento similar. Es lo que los científicos determinan como un paso evolutivo muy significativo. Estas habilidades comportan la participación de áreas cerebrales muy diversas. Desde las que rigen la propia habilidad, hasta las relacionadas con la creatividad, la anticipación y la resolución de problemas complejos

Palos largos, palos cortos

Para llegar a estas conclusiones se analizó la conducta de ocho ejemplares de cuervos de Nueva Caledonia. A todos se les plantó delante de una caja laberinto con una abertura muy estrecha. Al fondo se colocó un plato con comida. Cuando a los animales se les facilitaron palitos largos, todos, sin excepción, fueron capaces de agarrar las varas con sus picos y acercar los platos de comida. 

Pero el más difícil todavía llegó después. Los científicos quitaron los palos largos, pero dispusieron otros de menor tamaño pero que podían combinarse entre sí mediante salientes y aberturas. Entonces, cuatro de los animales fueron capaces de componer herramientas más largas para lograr su objetivo. Incluso uno de ellos, unió tres e incluso cuatro partes para crear su alargador.