Bioparc Fuengirola ha registrado el nacimiento de una cría de potamoquero rojo, una especie de jabalí originaria de África subsahariana. El parto se produjo a principios del mes de julio dentro del recinto que recrea los bosques tropicales africanos del parque.
La llegada de esta cría activó de inmediato un protocolo especial para garantizar el bienestar de la madre y del recién nacido. Según fuentes del parque, el nacimiento ocurrió a plena luz del día y con el parque abierto al público, lo que obligó a una rápida coordinación entre el equipo veterinario, los cuidadores y los técnicos.
El equipo de Bioparc mantuvo una vigilancia constante durante las primeras horas, un momento crítico para cualquier cría. En esta ocasión nacieron dos ejemplares, aunque solo uno logró sobrevivir. Una de ellas, por desgracia, no logró superar las primeras horas de vida, explican desde el parque. Añaden que este tipo de situaciones son habituales en el mundo animal.
La cría superviviente evoluciona con normalidad, se muestra activa y cada vez más curiosa. Comparte espacio con sus progenitores —una joven pareja— y con otra hembra del grupo. Señalan lostécnicos del parque que la cría ya ha establecido ya un fuerte vínculo con los adultos y se ha integrado en la dinámica del grupo.
Cómo es el potamoquero rojo
El potamoquero rojo, también conocido como jabalí del río o jabalí pintado, habita en zonas boscosas y húmedas del África subsahariana. Se caracteriza por su pelaje rojizo, una cresta que recorre su espalda y una franja oscura en el rostro que recuerda a un antifaz.
Las crías, llamadas “rayones”, nacen con un patrón de franjas en el pelaje que les ayuda a camuflarse entre la vegetación durante sus primeras semanas de vida.
Aunque el potamoquero rojo no está actualmente en peligro de extinción, se enfrenta a amenazas importantes. Entre ellas, la pérdida de hábitat, la caza y el aumento de la presión humana en los ecosistemas africanos. Es una de las especies más afectadas por la caza de bushmeat, una práctica cada vez más extendida en las zonas rurales. Desde Bioparc Fuengirola destacan que su conservación pasa por conocer mejor su biología y por proteger los entornos naturales en los que vive.
Con este nacimiento, el parque reafirma su labor en la conservación de especies amenazadas o poco conocidas. Al mismo tiempo, ofrece a los visitantes la oportunidad de observar de cerca cómo se desarrolla la vida animal en un entorno controlado que imita los hábitats originales.