S&P rebajó anoche en dos escalones la nota de la deuda soberana española hasta situarla en "BBB+" o aprobado alto, con perspectiva negativa, por el deterioro de la trayectoria del déficit presupuestario del país y el aumento de las probabilidades de que el Gobierno necesite proveer de ayudas fiscales al sector bancario. El informe de S&P destacaba sobre todo la situación de la banca, que podría necesitar más ayudas del Estado de las inicialmente previstas, tras haber aumentado "bruscamente" su dependencia de las fuentes de financiación oficial.

Minutos después del inicio de la sesión los bancos se mantenían entre los cotizados con mayores descensos, aunque era Sacyr el valor que sufría el mayor castigo (3,36 %). BBVA perdía el 3,28 %; Santander, el 2,72 %; Bankinter, el 2,28 %; Sabadell, el 1,01%; Caixabank, el 0,98 %; Bankia, el 0,75 %, y el Popular, que ha presentado hoy sus resultados trimestrales, el 0,09 %.
Por lo que respecta a los pesos pesados del parqué, Endesa caía el 2,12 %; Repsol, el 1,76 %; Iberdrola, el 1,63 %; Telefónica, el 1,62 %, e Inditex, el 0,51 %. A última hora de la mañana se recuperaba la barrera sicológica de los 7.000 puntos pero la situación del parqué madrileño sigue siendo crítica.