2 de diciembre de 2018. El partido ultraderechista Vox irrumpe en el tablero político al conseguir 12 escaños en las elecciones andaluzas. Un resultado histórico que se personificó aquella noche electoral en un Santiago Abascal eufórico. El líder de la formación era consciente de que la travesía por el desierto de los suyos había concluido. 

Y es que, paradojas de la vida, en Andalucía resurgió la extrema derecha, y en Andalucía estuvo a punto de desaparecer. Solo tres años antes de los comicios andaluces, Abascal quiso tirar la toalla. En concreto, en marzo de 2015, después de las elecciones a la Junta de Andalucía, Abascal atraviesa su peor momento, con un crisis tanto personal -llegando incluso a ser desahuciado de su casa- como profesional, donde Vox apenas tiene votantes e incluso llega a dar mitines sin prácticamente asistentes

Después de una de estas intervenciones poco exitosas, decidió refugiarse en un bar de Sevilla con Ortega Lara y Francisco Serrano. Y ahí, casualidades del destino, coincidió con otro hombre en horas bajas: Toni Cantó. Entonces, los cuatro inmortalizaron ese momento con la siguiente fotografía.