Miguel de Molina se vio con fuerza para recordar, durante una entrevista que el periodista Carlos Herrera le hizo para Canal Sur desde Argentina en 1990, uno de los momentos más difíciles que vivió durante su carrera.

En el año 1941, el cantante de copla recibió una paliza por parte de tres hombres tras una actuación suya en el teatro Pavón de Madrid. Algunas informaciones aseguraban que un hombre importante, que estaba enamorado de él, ordenó la agresión tras ser rechazo.

Miguel de Molina relataba en el canal autonómico de Andalucía que tras su actuación que había sido "un lleno rebosante", se presentaron tres señores, diciendo que "el director general de seguridad me quería ver en su despacho".

"Yo me fijé en los tres, sobre todo a uno, lo reconocí como el director general de seguridad. Lo reconocí a él. Ya lo vi al entrar. No había nadie en el teatro. Entonces me sacaron impunemente, como les dio la gana", aseguró.

El artista español explicaba que esas tres personas "iban disfrazaditos como en una zarzuela antigua" y le metieron en un coche: "Tomaron Recoletos hasta Cibeles. En Cibeles, les digo, ¿pero no íbamos a la dirección del general de seguridad? Dice, a dónde vamos lo vas a saber ahora".

"Me llevaron hasta lo alto de la Castellana. Me maltrataron, me dieron ricino, me cortaron el pelo a tirones, porque no sabían y yo tenía el pelo muy lleno de grasa del teatro y no hacían más que pasar la máquina y tirar", expuso.

El autor de la conocida canción La bien pagá tildó lo sucedido como "un martirio": "Me golpeaban con los puños de las pistolas tan fuerte que me daba la sensación de que me estaban dando tiros".

"Cuando se cansaron, me hicieron beber ricino a punta de pistola. Dios me ayudó y se lo vomité encima de todos ellos. Se llevaron el pelo como un trofeo. Me dejaron tirado como un perro", relataba en la entrevista con Carlos Herrera.

El cantante de copla creyó que le habían matado tras la paliza recibida: "Yo creí que me habían matado. Como me habían partido los dientes de la boca, era un dolor insoportable. Caí como desmayado y la lluvia menuda de Madrid me refrescó la cara".

Un relato que se ha vuelto a hacer viral en redes sociales y con el que algunas personas recuerdan que lo que le pasó a Miguel de Molina en 1941, sigue pasando 80 años después: "Parece que seguimos igual".