El diputado y líder de Más País, Íñigo Errejón, ha acudido este viernes a la Cadena SER acompañado de su padre, José Errejón, tras su intervención en el Congreso en la que reprochó a Ciudadanos y Vox que dijeran que retirar las medallas a Billy el Niño era molestar a los españoles. 

Errejón explicó que padre había sido detenido y torturado con 23 años por Juan Antonio González Pacheco: ¿Mi padre es menos español que usted?”, espetó desde la tribuna de oradores.

"Siempre me gritaba ‘no me mires’; y él me pegaba cuando yo no miraba”

Tras esto, padre e hijo han sido entrevistados por Àngels Barceló. El líder de Más País ha comenzado explicando que “teníamos dudas sobre si venir”, pero decantó la balanza la creencia de que en España aún hay partes de la historia que se han omitido: “Es importante contarlo. Se ha contado un relato como de estudiantes con melenas y luego unos políticos importantes que se dieron un abrazo. Antes de eso, hay un camino transitado por centenares de miles de españoles que luchan contra la dictadura. Y nuestro país nunca les ha dado las gracias”.

Errejón ha justificado también su tono empleado porque “ni suelto intervenir” así y “tenía otras notas, pero un diputado de Ciudadanos y Vox me indignaron”.

Por su parte, su padre, José, ha admitido que cuando le vio en la tribuna de oradores no veía a un político, sino “a mi hijo”.

A lo largo de la conversación se le ha quebrado en varias ocasiones la voz y se ha emocionado. José Errejón ha asegurado que “para mí fue una sorpresa” la alocución de su hijo; al tiempo que ha apuntado que “es importante” sanar la herida del país, “más allá de lo que a mí me duela al acordarme”.

Además, ha dicho que el dolor “se va pasando” pero de vez en cuando los recuerdos vuelven: “Me cuesta pasa por la calle Correos porque recuerdo desde la primera planta cómo veía a la gente que pasaba cuando yo estaba en el despacho de la Brigada Político-Social”.

Sobre Billy el Niño, José Errejón ha apuntado que no solo él torturaba y ha explicado que “siempre me gritaba ‘no me mires’; y él me pegaba cuando yo no miraba”.