El Gobierno de Castilla y León, conformado por PP y Vox, se encuentra en el ojo de la polémica por la última propuesta de su vicepresidente, Juan García-Gallardo, quien puso el pasado jueves sobre la mesa un paquete de medidas sobre el aborto, entre las que se incluían una ecografía 4D para las mujeres embarazadas o la opción de que escuchen el latido del feto antes de tomar la decisión final.

Con este telón de fondo, el líder regional de Vox ha entrado este lunes en directo a El Programa de Ana Rosa para explicar más a fondo. No obstante, han sido evidentes los momentos de tensión durante la entrevista que ha conducido Ana Rosa Quintana al hablar sobre la maternidad y el embarazo: “Tengo tres hijos. A mí no me puede decir que un embarazo es un proceso dificilísimo, un embarazo es un proceso maravilloso”, ha comenzado.

Las mujeres sabemos muy bien lo que queremos, y si hay alguna que decide no ir adelante con el embarazo, seguramente por muchas cosas, lo mejor sería darle opciones a esas mujeres para que puedan traer a sus hijos al mundo y darles ayudas”, ha defendido mientras se enzarzaba con el dirigente autonómico de Vox.

 

Quintana, a Gallardo: “No tienen respeto por la libertad de opinión”

Al preguntarle por si escuchar el latido del feto será de obligatorio cumplimiento o no, Gallardo lo negó, pero lanzó el siguiente recado: “Ya ves qué media más estrambótica a ojos de algunos como ustedes”, un dardo que Quintana no ha dejado pasar. “Ustedes no aprenden, se lo digo de verdad. No tienen respeto por la libertad de opinión ni de los medios de comunicación”, ha continuado la presentadora.

Debido a que la tensión entre la periodista y el político no se rebajaba, Quintana insistió en que lo que debe prevalecer siempre en esta cuestión es “la libertad de las mujeres”, ya que tomar una decisión tan difícil como lo es abortar nunca se debe tomar “de forma frívola” por parte de las autoridades.

Y es que el revuelo viene de lejos. La semana pasada el vicepresidente regional puso sobre la mesa su plan con medidas antiabortistas, las cuales han vuelto a provocar distancias con el PP y fuertes críticas por parte de la oposición, además de que el propio Gallardo ha emulado a las tomadas por el Gobierno de Orbán en Hungría.